El gobierno de Cristina Fernández, monitoreado de cerca por el ahora monje negro Néstor Kirchner, sigue profundizando su estilo de confrontación, hostigamiento y acoso a los opositores que desde hace algunos años venimos planteando los problemas de fondo en la Argentina.Cuando el viento de cola internacional y los índices de popularidad -sumado a la cobardía mediocre de algunos dirigentes y consultores-, parecían blindar las críticas al gobierno de Kirchner, desde el Grupo Pampa Sur, encabezados por María Alarcón en el Congreso de la Nación, planteamos profundas y reales objeciones a un modelo que mostraba, para los que querían ver y escuchar, los primeros brotes de un conflicto con el sector productivo, que terminó explotando en marzo de 2008 y sumiendo a la Argentina en una insólita crisis política.
Muchos callaban y preferían especular con lo electoral. Otros decidimos que era hora de romper con el silencio cómplice, para intentar frenar lo que después ocurrió, por la valentía de miles de productores, trabajadores y empresarios del sector agropecuario, quienes con sus familias al lado, dieron al país una lección histórica de dignidad y orgullo por el trabajo y la producción.
Comenzando el conflicto más álgido, allá por marzo de 2008, igual que como había ocurrido durante los años anteriores (cuando fue echada por Kirchner de la Comisión de Agricultura), María del Carmen Alarcón estuvo poniendo el cuerpo del lado de los productores y sus familias, en un acto en San Pedro, al costado de la ruta, que dio comienzo al mayor grito de dignidad del interior argentino en décadas.
Por esa acción de responsabilidad política, de compromiso con su gente, fue citada por la Justicia federal de San Nicolás, en una causa fabricada para perseguir opositores -como Margarita Stolbitzer y la propia Alarcón- y dirigentes rurales. Este martes 4 de noviembre, a las 10, en el Juzgado federal de dicha ciudad, tendrá que prestar declaración indagatoria; lo cual es una muestra más de un vergonzoso camino encarado por los Kirchner, y acompañado por los oportunistas que lo traicionará dentro de poco, hacia un autoritarismo que fue rechazado masivamente en Rosario y en Palermo, con más de 300 mil personas pidiendo institucionalidad, federalismo y libertad.
El mismo autoritarismo es el que lo lleva a este gobierno, una vez desaprovechada la mayor oportunidad histórica que nos dio el contexto internacional y ahora en medio de una profunda crisis mundial, a avanzar impunemente en el saque de los ahorros de los argentinos, pretendiendo quedarse con los fondos de las futuras jubilaciones.
Queremos que sepan nuestros empresarios, nuestros trabajadores, nuestros productores y vecinos del campo y la ciudad, que no renunciaremos a defender los valores de nuestra nacionalidad, de nuestra cultura, de nuestras familias y de la dignidad de nuestro pueblo. No nos amedrentarán con sus burdas maniobras de hostigamiento, como la que intentaron con algunos productores amigos, inventándoles pedidos de captura, utilizando a la policía que debe defendernos contra la inseguridad, para amedrentar a nuestra gente en su dignísima lucha.
Muchos callaban y preferían especular con lo electoral. Otros decidimos que era hora de romper con el silencio cómplice, para intentar frenar lo que después ocurrió, por la valentía de miles de productores, trabajadores y empresarios del sector agropecuario, quienes con sus familias al lado, dieron al país una lección histórica de dignidad y orgullo por el trabajo y la producción.
Comenzando el conflicto más álgido, allá por marzo de 2008, igual que como había ocurrido durante los años anteriores (cuando fue echada por Kirchner de la Comisión de Agricultura), María del Carmen Alarcón estuvo poniendo el cuerpo del lado de los productores y sus familias, en un acto en San Pedro, al costado de la ruta, que dio comienzo al mayor grito de dignidad del interior argentino en décadas.
Por esa acción de responsabilidad política, de compromiso con su gente, fue citada por la Justicia federal de San Nicolás, en una causa fabricada para perseguir opositores -como Margarita Stolbitzer y la propia Alarcón- y dirigentes rurales. Este martes 4 de noviembre, a las 10, en el Juzgado federal de dicha ciudad, tendrá que prestar declaración indagatoria; lo cual es una muestra más de un vergonzoso camino encarado por los Kirchner, y acompañado por los oportunistas que lo traicionará dentro de poco, hacia un autoritarismo que fue rechazado masivamente en Rosario y en Palermo, con más de 300 mil personas pidiendo institucionalidad, federalismo y libertad.
El mismo autoritarismo es el que lo lleva a este gobierno, una vez desaprovechada la mayor oportunidad histórica que nos dio el contexto internacional y ahora en medio de una profunda crisis mundial, a avanzar impunemente en el saque de los ahorros de los argentinos, pretendiendo quedarse con los fondos de las futuras jubilaciones.
Queremos que sepan nuestros empresarios, nuestros trabajadores, nuestros productores y vecinos del campo y la ciudad, que no renunciaremos a defender los valores de nuestra nacionalidad, de nuestra cultura, de nuestras familias y de la dignidad de nuestro pueblo. No nos amedrentarán con sus burdas maniobras de hostigamiento, como la que intentaron con algunos productores amigos, inventándoles pedidos de captura, utilizando a la policía que debe defendernos contra la inseguridad, para amedrentar a nuestra gente en su dignísima lucha.
Miguel Saredi, presidente del Grupo Pampa Sur - María del Carmen Alarcón, Pampa Sur de Santa Fe - Mariano Pinedo, secretario - Alejandro Villa Abrille, Pampa Sur provincia de Buenos Aires
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