11/4/09

ELECCIONES 2009

La “candidatura testimonial”



Si los expertos consideran a la “candidatura testimonial” como un “fraude al electorado”, ¿qué se puede hacer en defensa del votante? Un reconocido constitucionalista sugirió realizar una campaña para invalidar la maniobra kirchnerista.
Autor: José Ignacio Torres

“Aberración”. “Mamarracho”. “Estafa”. “Fraude”. Son algunas de las denominaciones con las que fue llamado el nuevo invento del laboratorio electoral de Néstor Kirchner: la “candidatura testimonial”.

Se trata de una maniobra con la que se cambia totalmente el sentido de las elecciones legislativas que serán el próximo 28 de junio. Se elegirán sí 127 diputados y 24 senadores, pero desde el oficialismo pretenden darle a los comicios un carácter plebiscitario, de consulta.

Con este argumento el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, acompañaría al presidente del PJ, Néstor Kirchner, en una cruzada para asegurarse una victoria en el principal distrito electoral y garantizar la continuidad del “modelo K”.

Kirchner y Scioli reeditarían la fórmula vencedora en 2003 y disputarían cada uno una banca en el Congreso. ¿Y la gobernación? Ahí está el colorido de los próximos comicios: Scioli no asumiría su banca, de ganar sólo habrá renovado la confianza de su electorado y continuará al frente del Ejecutivo provincial.

De esa misma forma los intendentes del conurbano también se pondrían al frente de las boletas comunales. Sergio Massa, intendente de Tigre, más conocido por no ejercer ese cargo, ya se manifestó a favor de encabezar la lista de concejales de su distrito. Sin embargo, la postulalción sólo es simbólica. De ganar, ningún jefe comunal asumirá la banca que obtuvo.

¿Es esto posible?

No hay leyes que impidan esta maniobra, sin embargo los constitucionalistas no dejaron de advertir el daño que significa esta iniciativa para el sistema democrático argentino, aún muy frágil.

Los especialistas se animaron a arriesgar que de verificarse que las candidaturas serán falsa podrían prosperar las impugnaciones, como la que ya prepara el radicalismo en el caso de que Scioli ponga su nombre junto al de Kirchner en las boletas bonaerenses.
Aplicación selectiva
Ni todo el kirchnerismo está de acuerdo con esta movida, ni se aplicará en todos los distritos. La “candidatura testimonial” sólo se aprovecharía en la provincia de Buenos Aires, allí donde “las papas queman”.
El kirchnerismo no se arriesgará en las provincias donde tienen segura la victoria, ni, mucho menos, en las que ya saben que pierden, puede ser el caso de Santa Fe o Córdoba.

¿Por qué esta inédita maniobra?
En Buenos Aires, Kirchner, santacruceño con domicilio electoral en…Santa Cruz, no logra una ventaja considerable en las encuestas de su rival más próximo, Francisco De Narváez, candidato del PJ disidente. Por ello, el ex presidente debió recurrir a una carta arriesgada pero, por cierto, ganadora: Scioli.

A pesar de los problemas que jaquean a la provincia, el camaleónico gobernador conserva una alta ponderación de sus vecinos. Cabe recordar que en 2007 la victoria de Scioli eclipsó en ese distrito a la de Cristina de Kirchner, que corresponde recordar, es la Presidente.

En el marco de un acto partidario en La Matanza, Kirchner dijo que Scioli “era el mejor candidato” para los comicios legislativos. Ahí comenzó todo. En un primer momento se interpretaron las palabras del ex presidente como una broma. Cuando terminaron las risas comenzaron las operaciones. Scioli aceptó inmediatamente. Gran parte de los “barones del conurbano” se encolumnaron detrás el gobernador, una condición de este para aceptar tamaño desafío.

La situación en Capital Federal

En el oficialismo justifican esta movida comparándola con que en la Capital Federal la vicejefe de Gobierno, Gabriela Michetti, abandonará su cargo para asumir una banca, lo que es una verdad a medias.
De ganar, Michetti sí asumirá esa banca, aunque, claro, dejará inconcluso su mandato. Esto es cuestionable. Pero muy distinto es cambiar el sentido de la elección y poner candidatos que de antemano se sabe no ocuparán el lugar para el que fueron votados.
Conclusión
Si los expertos consideran a la “candidatura testimonial” como un “fraude al electorado”, ¿qué se puede hacer en defensa del votante?
El reconocido constitucionalista Daniel Sabsay sugirió realizar “una campaña” para “invalidar esta práctica desleal”.

Aún faltan casi 2 meses para oficializar las candidaturas, de prosperar la estrategia oficialista, y de convalidarla la sociedad con su voto, se estará sumando otro kilómetro de distancia a esa calidad institucional que muchos argentinos reclamaban hace pocos días, en el funeral de Raúl Alfonsín.

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