AL PRO BONAERENSE LE DESAPARECIERON LISTAS
Las voces macristas que intentaban callar para volar los fantasmas de ruptura con el peronista Francisco De Narváez hoy no aguantaron más. En el día límite para la entrega definitiva de las boletas y de confirmación de candidaturas, muchos dirigentes del PRO bonaerense vieron cómo una turbia maniobra con las listas los dejó literalmente afuera de las próximas elecciones, mientras que jugadores del empresario pasaban, en silencio, a ocupar sus lugares.
Anoche terminó el proceso legal de presentación de listas. Lo primero que avizoraron los dirigentes del macrismo fue la confirmación definitiva de lo que en un principio iba a ser una división de los espacios en las listas de 33% para cada uno –De Narváez, Solá y Macri-, acabó, con suerte, en un 70-15-15 con un claro predominio del empresario.
Pero eso no fue todo. Cuando varios ya estaban tranquilos con sus candidaturas e incluso ya estaban en plena campaña –con aportes de dinero incluídos- hace sólo unas horas se enteraron de que no serán candidatos. Un sugestivo problema con las listas terminó con el ya famoso juez Manuel Blanco rechazando varias listas de Unión PRO.
Promesas baratas
Extraños hechos se vivieron el sábado del cierre de listas en el Hotel Argentino de La Plata, donde los apoderados de Unión PRO recibían las listas de los dirigentes locales, incluídos los que querían ser colectora de la lista principal de la alianza.
Según esa información, volaron promesas para todos lados. Es que mientras en la mayoría de los distritos De Narváez impuso a los suyos y los felipistas y macristas se tuvieron que conformar en muchos casos con ser “la segunda opción” –o sea, ir con una colectora-, en algunos les prometieron a los candidatos de PRO que integrarían las listas oficiales. Las colectoras que impulsaba el Colorado, sobre todo en distritos donde el peronismo no suele hacer buenas elecciones, “las iban a voltear antes del 26 de mayo”, fecha tope para la entrega oficial de listas.
“Lo que hacían era aprobarlas en el hotel para que no se lo prendan fuego. Por eso prometían el oro y el moro. Pero al final, como en todo el armado, se impuso el Colorado”, explicó un enojadísimo operador del PRO bonaerense.
Cuando terminaron de presentar las candidaturas, el apoderado de PRO, Julio Garro, había presentado listas en varios distritos donde el macrismo se había quedado con buenos lugares. Por ejemplo en Avellaneda –con gente del ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti-, en Pilar –con hombres de Horacio Rodríguez Larreta-, y en San Fernando y San Isidro, -con nombres de Jorge Macri-.
En esos distritos –y aparentemente en dos más- se habían concensuado listas entre el macrismo y el denarvaísmo. Esas eran las listas oficiales de Unión PRO. La promesa era bajar las colectoras que, en simultáneo, movilizaba De Narváez. La realidad, después, fue otra.
Boletas ausentes
Unos diez días después de ese caótico sábado en el hotel platense, el lunes 11, Garro llamó a varios dirigentes del PRO bonaerense con una noticia preocupante: había perdido las listas oficiales que habían concensuado, luego de una durísima negociación, con los emisarios de De Narváez.
Según les explicó el apoderado, había que hacer las listas de nuevo. “Se habló con el juez Blanco que nos pidió que entreguemos las listas de nuevo con un escrito explicando la situación”, contó uno de los candidatos que se quedó afuera. “Aparentemente estaba todo acordado”.
“Quédense tranquilos”, les dijeron los operadores del macrismo en el armado de las listas, José Torello y Jorge Macri, quien por pedido expreso de su primo Mauricio entró a mitad de tiempo a la negociación reemplazando al diputado Cristian Gribaudo.
Pero el fallo de Blanco fue rotundo. Declaró “extemporáneas” la presentación de las listas, lo cual acabó volteando lo que en primera instancia iban a ser las listas distritales oficiales de Unión PRO. El resultado final, fue que las colectoras de De Narváez, las que el agitado sábado les habían prometido bajar para que no les reste votos, pasaron de inmediato a ser la boleta oficial de Unión PRO.
La bronca fue total y tuvo dos destinatarios claros: Torello y Jorge Macri. “Hicieron todo mal, negociaron mal y lo poco que habían conseguido, extrañamente, lo perdió el apoderado del partido”, dijo uno. “Entregaron el sello a cambio de nada, porque ahora los candidatos de De Narváez van a llevar el nombre Unión PRO”, se quejó otro.
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