CRUJIDOS OPOSITORES
Los frentes opositores y alianzas contra el oficialismo están sufriendo tantos embates que difícilmente lleguen tan unidos a las elecciones como pregonan.
Los tres mosqueteros no sólo tienen problemas internos porque todos quieren su porción del queso, también la tensión es moneda corriente y el cortocircuito está a la orden del día. Así, Felipe Solá y Francisco De Narváez volvieron al ring. Felipillo criticó a ¨Tatto¨ en público, al pasarle viejas facturas: ¨somos víctimas de viejos rencores de quien hoy encabeza la lista¨, dijo.
Algunos sostienen que la ventaja que obtuvo De Narváez en el último sondeo, lo envalentonó tanto que agarró el lápiz y tachó nombres. El PRO actúa como mediador de la pelea pero los objetados Jorge Sarghini, Osvaldo Mércuri y Carlos Brown, tienen marcado a fuego el sello duhaldista y, por lo tanto, la condición de pianta votos.
En su descargo, los excluídos de la lista, esgrimen la nueva citación por el caso de la efedrina, que debe afrontar ¨Tatoo¨. El Juez que entiende en la causa no quedó conforme con las respuestas que ¨el Colorado¨ dio por escrito. La verdad es que si De Narváez tiene cosas que imputarle a los hombres de Duhalde, a él mismo se le está haciendo cuesta arriba mantenerse impoluto. Suenan fuertes los runrunes de ruptura.
El Acuerdo Cívico y Social también pasó a terapia intensiva. Las relaciones entre Elisa Carrió y Margarita Stolbizer penden de un hilo. ¨Marga¨ se encabritó con ¨Lilita¨ porque hizo rancho aparte con el ¨cobismo¨ y la Unión Cívica Radical, UCR, y arreglaron la lista sin consultarla.
Ni lerda ni perezosa, Stolbizer canceló el lanzamiento bonaerense y lo dejó a Ricardo Alfonsín afeitado y sin visitas. Como nunca hubo principio, todavía no hay final de fiesta. Están en los prolegómenos.
Las figuras de la oposición viven tal bolonqui, que el futuro es incierto.
En los próximos tres días, fecha tope para el cierre de listas, presenciaremos un buen show de destreza pugilística, donde el mejor desempeño de los contrincantes tendrá como recompensa su posición en la nómina.
Todos luchan a brazo partido por los primeros puestos. El que se cuelgue arriba, difícilmente arañe un cargo en el Congreso. Se viene la pelea final por el título de los ¨gallo¨. Preparémonos para escuchar el cacareo y ruido de vuelo corto
Fuente : Informe Reservado
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