2/8/09

EN FOCO ; SITUACION ENERGÉTICA ARGENTINA

Califican de “dramática” la situación energética argentina
La crisis energética que vive el país y la región en general, no es motivo de comentarios sólo en estas tierras, sino que también lo es en España. En la madre patria expresan que la cuestión energética en nuestro país es “dramática” y que la misma traerá “más problemas para la solidez económica argentina”

El panorama energético de la Argentina es en la actualidad sumamente alarmante, teniendo que importar sensiblemente buena parte de su producción desde Bolivia, lo que ha motivado el rechazo de muchos sectores especializados por lo que esto le significa al crecimiento y futuro de nuestro país.

La terrible falta de inversión en el sector, el retraso en las obras prometidas desde hace tiempo, la escasa transparencia en Enarsa, y el bajo nivel de exploración son algunas de las claves de una perspectiva preocupante que podría derivar en que la Argentina pierda su capacidad de autoabastecimiento energético.
Esta situación es vista no sólo por buena parte de los entendidos en la Argentina, sino que el contexto energético nacional ha llegado también a España, donde se califica a la situación como “dramática”, y se habla de que nuestro país antaño era un neto exportador “de gas y necesitando ahora importarlo para cubrir su déficit intenta angustiosamente elevar su producción”.
En un artículo salido en el sitio web Expansion.com, perteneciente al grupo mediático que posee entre otras cosas, al prestigioso diario El Mundo, se señala que la Argentina, hasta no conseguir elevar sistemáticamente su producción de gas, necesita cubrir “picos de demanda importando GNL y regasificándolo en instalaciones flotantes, alquiladas a terceros”.
“Un reto tecnológico, resuelto satisfactoriamente, pero carísimo. Cuesta ocho veces más de lo que se pagaba a los productores locales… para venderlo finalmente a los consumidores argentinos a un precio salvajemente subvencionado. A costa de las arcas del país”, asegura el artículo firmado por Juan Ramón Fernández Arribas, un analista de energía y consultor.
El especialista en energía, afirma además que “el Gobierno argentino firmó un acuerdo para subir un 60%, desde el próximo enero, el precio del gas a pagar a las compañías productoras. El objetivo es incentivar la inversión. Para descubrir y desarrollar nuevas reservas de gas, intentando aumentar sensiblemente la producción sin tener que depender de suministradores poco fiables (Bolivia) o muy caros (regasificación marina de GNL)”.
En ese sentido, se destaca que “resulta dramático aplicar ahora esta lógica medida. Las sucesivas congelaciones de tarifas e incremento de impuestos que aplicó el Gobierno de Néstor Kirchner fueron las que desmotivaron a las compañías a invertir. Ahora le toca a su esposa, Cristina Fernández, aplicar urgentemente medidas drásticas para intentar corregir aquellos dislates”.
“Lamentablemente, su efecto, si realmente llega a aplicarse la subida de tarifas, tardará en notarse en la producción. Eso sí, instantáneamente incrementará la inflación al repercutirse al consumidor. Y si no fuere así, tendrán que darle más a la manivela de las subvenciones. Más problemas para la solidez económica argentina”, remarca Fernández Arribas.
En la Argentina si se sigue con este panorama, se va a dejar de tener autoabastecimiento por falta de inversión y porque nadie controló que las privadas hicieran las inversiones que debían. Además, la supervisión está en manos de Enarsa, que ya demostró que no sirve más que para cuidar los intereses del Gobierno y no el de todos los ciudadanos.
Desde el gobierno se intenta tapar esta situación con argumentos poco válidos, ya que resulta poco creíbles los dichos que hablan de poca inversión de las empresas, cuando desde el Estado nacional nunca se las controló para que estas efectuaran las inversiones que debían realizar por ley y por los distintos acuerdos llegados con el Ejecutivo.
El sector energético nacional arrastra años de negligencia total, donde no se han hecho las obras que se debían realizar para tener autoabastecimiento propio, y debemos depender de las entregas de los países vecinos para seguir subsistiendo.
De seguir la situación de esta manera, los únicos perjudicados serán las generaciones venideras de argentinos, que verán un país totalmente subyugado y con todos sus recursos dejados en manos de los intereses multinacionales, que sólo buscan hacer grandes negocios, dejando de lado a los más de 40 millones de argentinos, que sufren una situación lamentable que ellos no generaron.
Fuente: CNA

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