19/11/09

POLÍTICA - LA VENGANZA DE OLIVOS

Kirchner culpa a Macri por el triunfo de De Narváez el 28J
Desde que asumió la jefatura de gobierno en diciembre de 2007, Mauricio Macri aumentó fuertemente los impuestos, contradiciendo sus promesas electorales, y se dedicó a quedar bien con el kirchnerismo y a conseguir obras públicas para su padre y sus primos Calcaterra. Objetivos que cumplieron en los casos del Belgrano Cargas, el tren bala y el soterramiento del Sarmiento, las dos usinas... y varias obras faraónicas que después no se pudieron hacer por la crisis económica que generó la falta de financiamiento del exterior. Con el adelantamiento de las elecciones, MM se jugó en la alianza con Francisco De Narváez en UNIÓN-PRO, a la que aportó su alto nivel de conocimiento en el Gran Buenos Aires como presidente de Boca y la influencia mediática de Gabriela Michetti en el primer cordón del conurbano.
Kirchner perdió las elecciones y acusó de traidores a los intendentes, a Daniel Scioli y también a Macri como aliado que era -o es- de De Narváez. De ahí que el ex presidente le juró venganza a todos los Macri-Calcaterra y a Nicolás Caputo. En el medio de esta crisis en las relaciones, el jefe de gobierno concurrió gustoso al diálogo político y le regaló un bandoneón a CFK, en un gesto que pareció obsecuencia.

A todo esto, el quinta columnista de Guillermo Montenegro, hoy Ministro de Seguridad de la Ciudad, le hizo favores varios al kirchnerato, como mandar la causa de los fondos de Santa Cruz a esa provincia, para que pasara al olvido, y cajonear el caso Skanska, tirando abajo lo que había probado el juez penal económico Javier López Biscayart. La relación de Montenegro con el kirchnerismo es tan profunda, que ni siquiera en el medio de la actual crisis se le ocurrió criticar al gobierno nacional y a la Policía Federal por sabotear a la policía porteña, porque sabe que el kirchnerismo lo tiene agarrado de lo que ya se sabe.

El jefe de gobierno cometió el infantil error de lanzar su candidatura presidencial para escaparse de la ciudad, que se le vuelve ingobernable, porque carece de ministros con experiencia política y recurre a la amigocracia. Como bien señala su asesor Jaime Duran Barba, Macri no tiene experiencia en la gestión. Está el ejemplo del mismo Montenegro, que fue un buen jugador de rugby pero con menos calle que la ciudad de Venecia y además tiene prohibida su entrada al Centro Naval por su sometimiento al kirchnerato.

Ni honestos ni eficientes

Pero aparte del complot del gobierno y de la decisión de la Policía Federal de bloquear la metropolitana, los errores del macrismo fueron enormes. A saber, pinchadas de teléfonos y de mails para asuntos personales y de negocios, pedidos de informes económicos, etc. Una verdadera vergüenza con total desprolijidad, haciéndole un daño tremendo a la derecha democrática que, además de tener mala prensa, ahora Macri logró que sea nuevamente demonizada.

El inminente lanzamiento de Ricardo López Murphy para la jefatura de gobierno es un soplo de aire fresco para recuperar la ciudad para la derecha y el centro democrático, alejándolo de esta asociación ilícita que se adueñó del macrismo. Al actual oficialismo de la Ciudad hoy se lo puede dar por muerto, porque encima de todo, los sectores católicos no quieren saber nada con él por su sorpresivo apoyo a los matrimonios gay.

Este grupo de inexpertos en búsqueda de negocios -como Torello, Caputo, Peña, Rodríguez Berreta, Piccardo, Chain etc., etc.- se está estrellando contra la pared y pesa sobre ellos la perspectiva de acompañar al comisario Palacios en Marcos Paz

Autor: Guillermo Cherashny - Fuente: Informador Público

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