El kirchnerismo se alfonsiniza y la UCR se cafieriza
Efecto Griesa:
Podrían embargar cuentas multimillonarias de Máximo Kirchner en el Credit Suisse.
La sesión de la Comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo para tratar los DNU de la discordia no sólo terminó en dos dictámenes contrapuestos, por el oficialismo y otro por la oposición. También apareció, entre bastidores, la posibilidad de un nuevo canje: si el gobierno anula el Fondo del Bicentenario, el radicalismo apoyaría la remoción del Martín Redrado. La posibilidad de este acuerdo y el clima de inestabilidad económica que se está instalando aceleradamente, nos lleva a recuerdos de 20 años atrás, a fines de 1987, cuando el alfonsinismo había perdido las elecciones de legisladores y gobernadores y sobre todo la provincia de Buenos Aires a manos de Antonio Cafiero. La renovación peronista, es decir, el cafierismo, decidió entonces acordar políticas de estado con el alfonsinismo derrotado. Se abrió así el camino para que Carlos Menem ganara las internas en julio del 89. Al equipo de Cafiero se lo llamaba entonces la Cafieradora, por su similitud con la Coordinadora de Alfonsín.
En la Argentina la historia empieza a repetirse. Es así que el Cobismo, el radicalismo y la UCR orgánica no ocultan su deseo de que Néstor Kirchner sea el candidato del justicialismo en las elecciones generales de octubre del 2011, aunque digan que prefieren a Eduardo Duhalde, que les garantiza gobernabilidad. La tibia oposición que hicieron los radicales a la reforma política que excluye al peronismo disidente y al centroizquierda es una prueba de esta realidad.
En la Argentina la historia empieza a repetirse. Es así que el Cobismo, el radicalismo y la UCR orgánica no ocultan su deseo de que Néstor Kirchner sea el candidato del justicialismo en las elecciones generales de octubre del 2011, aunque digan que prefieren a Eduardo Duhalde, que les garantiza gobernabilidad. La tibia oposición que hicieron los radicales a la reforma política que excluye al peronismo disidente y al centroizquierda es una prueba de esta realidad.
Todo igual pero al revés
Esta situación es inversa a la de 22 años atrás. Ahora el kirchnerismo, dueño del PJ, está haciendo alfonsinismo, es decir, vaciar el BCRA de reservas, seguir en default hasta que termine su mandato. Como Alfonsín, pueden terminar dejando en el Central U$S 50 millones y una inflación del 200%.
El kirchnerismo quiere patinarse las reservas gastándolas en clientelismo, así como el alfonsinismo. con el Banco Hipotecario. generó un monstruoso déficit cuasifiscal que terminó como ya sabemos.
Esta vez el centro del problema no es sólo es el Banco Hipotecario, donde el Szmok de Mario Blejer es director por el Estado, sino la obra pública innecesaria y sobrefacturada, motorizada por la asociación ilícita que gerencia la Cámara Argentina de la Construcción, que tiene a Sergio Chodos como buitre en el Banco Central junto al buitre mayor, Julio de Vido.
Así las cosas, el peronismo disidente está ocupando un lugar secundario en la crisis por la ausencia de protagonismo de sus tres figuras principales, Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann y Francisco de Narváez. Sólo este último manifestó su desacuerdo con el Fondo del Bicentenario y su apoyo a la continuidad de Redrado, aunque esta ausencia del peronismo disidente le puede terminar conviniendo si los grandes protagonistas de un acuerdo tácito son el kirchnerismo, el cobismo y la UCR.
Así las cosas, el peronismo disidente está ocupando un lugar secundario en la crisis por la ausencia de protagonismo de sus tres figuras principales, Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann y Francisco de Narváez. Sólo este último manifestó su desacuerdo con el Fondo del Bicentenario y su apoyo a la continuidad de Redrado, aunque esta ausencia del peronismo disidente le puede terminar conviniendo si los grandes protagonistas de un acuerdo tácito son el kirchnerismo, el cobismo y la UCR.
GRIESA PODRÍA EMBARGAR UNA CUENTA DE LOS KIRCHNER
El embargo de reservas decidido por el juez de Nueva York Thomas Griesa podría alcanzar no sólo al territorio de los Estados Unidos sino también a otros lugares del mundo. Existe cuando menos un antecedente a tomar en cuenta. Cuando se produjo el default del Perú, durante la primera presidencia de Alan García, los fondos buitres fueron contra las cuentas personales de testaferros del gobierno. En este caso, el juez neoyorquino tiene en su poder datos suministrados por los fondos buitres Eliott y Dart. La información sostendría que Máximo Kirchner tiene cuentas en el Credit Suisse-First Boston en su sede de Ginebra y algunas versiones hablan de hasta U$S 2000 millones. Es el mismo banco donde están los desparecidos fondos de Santa Cruz, depositados en una private accounting que podría estar a tiro de embargo, lo que motiva la depuración y el enojo del matrimonio presidencial, porque ya sabemos cómo la gente reacciona cuando le tocan el bolsillo. Y más aún en el caso de Kirchner, ahora que el nerviosismo cunde en el seno del poder.
SIGUE LA DESCONFIANZA
El martes pasado se produjo un hecho muy importante como fue la renovación de Lebac por parte del Banco Central, que puso sobre la mesa 1.400 millones de pesos. Sólo los bancos oficiales renovaron 700 millones y los privados cobraron la misma cifra que se fue del central. A su vez, la jornada de ayer fue muy positiva para el mercado argentino: subió el Merval casi el 3% y los bonos recuperaron la caída del martes. Pero fuertes rumores indican que la Anses, el Nación y los bancos alineados con Jorge Brito compraron a lo loco, produciendo una suba artificial. Además un informe del JP Morgan habló muy bien de la multinacional Tenaris, con sede en la Argentina y perteneciente a Paolo Rocca, lo que motivó la suba del Merval. Además, el rumor de que la Cámara en lo Contencioso Administrativo le daría la razón al gobierno también avaló la suba, aunque ese pronunciamiento no se produjo. Así las cosas, el jueves se verá si la desconfianza sigue o hay recuperación. Aunque se quede Redrado o se lo separe del cargo, le costará mucho a nuestro país recuperar la confianza, aun si el canje con los holdouts resulta favorable, ya que ese canje no soluciona el déficit fiscal que, con este ritmo del gasto público, pinta para 15.000 millones de dólares.
Autor: Guillermo Cherashny
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