16/5/10

TECNOLOGÍA - 50 AÑOS DEL LASER

Un invento que revolucionó a la humanidad
Actualmente es difícil pensar un aspecto de la vida moderna que no se conecte con la tecnología láser.

El 16 de mayo se cumplen 50 años de la invención del primer láser concebido por Theodore Maiman, en los laboratorios de la compañía Hughes, en California, Estados Unidos. Casi cinco décadas antes ya Albert Einstein había descubierto y establecido los principios físicos en que se basa: la emisión estimulada de radiación.

El láser es una fuente de luz monocromática, muy direccional, coherente, muy intensa y brillante. En estos últimos 50 años el láser se convirtió poco a poco en una parte integral de nuestras vidas, con miles de aplicaciones comerciales, médicas, militares y científicas.

Al principio fue analizado por el propio Maiman como “una solución millonaria en busca de problemas”. Y no se equivocó, aunque muchos pensaron que no dejaría nunca de ser una curiosidad científica.

Actualmente es difícil pensar un aspecto de la vida moderna que no se conecte con la tecnología láser, ya que han revolucionado las comunicaciones. Internet, las computadoras de alta velocidad y el mundo de la información no sería posible como lo conocemos si no fuera por la combinación de láseres, fibras ópticas y otros dispositivos fotónicos. Este gran invento también está presente en los CD, DVD y Blue Rays que utilizamos para almacenar y reproducir música, videos, datos e imágenes y en la tecnología con la que se producen estos equipos, como en la fabricación de teléfonos celulares y hardware de computadoras, en monitores y sistemas de TV.

Los láseres son empleados en cirugía, oftalmología, oncología, para análisis de la sangre, para la determinación del genoma humano, en dermatología, para depilación y en muchas otras aplicaciones médicas y biomédicas, mejorando la calidad de vida de muchas personas. Es difícil pensar en un campo científico-tecnológico donde no se utilice instrumentos o técnicas que emplean láseres, que junto con las fibras ópticas, los LEDs, los cristales líquidos, los cristales fotónicos y muchos otros dispositivos, instrumentos y materiales forman parte de un área del conocimiento científico-tecnológico denominada fotonica, que está a la vanguardia de las tecnologías modernas.

Usos en tiempo record

Los láseres permiten generar intervalos de tiempo extremadamente cortos, del orden de 10-18 de segundos, los tiempos más cortos jamás fabricados por el hombre y que sirven como relojes para ajustar satélites y medir procesos en sistemas biológicos, materiales, átomos y moléculas. También se utilizan en la industria y la producción para cortar, perforar y soldar. Asimismo, se lo puede encontrar en los lectores de códigos de barras de los negocios, en sistemas de seguridad de tarjetas de crédito y billetes, en máquinas que perforan túneles o controlan el movimiento de puentes. Y, lamentablemente, también para matar. La tecnología militar más moderna se nutre en forma directa de láseres y dispositivos fotónicos, para guiar misiles, como sensores, medidores de distancia y armas.

El láser es uno de los productos científico tecnológicos más revolucionarios que ha inventado la humanidad y, para bien o para mal, ha contribuido a modificar la cultura, la economía y la vida de nuestras sociedades en forma radical.

Nuestro país tiene una pequeña pero activa comunidad científico-tecnológica que desde el principio supo manejar estas tecnologías y hoy ocupa un lugar reconocido en la comunidad internacional. (
www.optica.df.uba.ar)

¿Podemos imaginar cómo serán los próximos 50 años? No parece difícil. Ideas que hoy parecen de ciencia ficción pueden ser en pocos años realidad. La luz podría reemplazar a los electrones haciendo desaparecer la electrónica, con transistores y chips enteramente basados en láseres y otros dispositivos fotónicos. La fusión que podría resolver muchos problemas energéticos del planeta podría ser llevada a cabo con láseres extremadamente potentes. Proyectores láser del tamaño de un celular, nanoláseres que podrían operar y controlar procesos en el cuerpo humando y cientos de otras aplicaciones similares ya son ideas en desarrollo.

Una vez más, como muchos otros productos de la ciencia, los láseres pueden ayudarnos a hacer un mundo mejor o contribuir a su destrucción. Por eso, la sociedad debe saber de qué se trata, debe contar con la información que se requiere para poder tomar decisiones sobre estas tecnologías, controlarlas y dirigirlas para que puedan utilizarse como herramientas de paz y progreso. Esperemos que las futuras generaciones puedan celebrar los próximos 50 años con este espíritu.

Autor: Dr. Gabriel M. Bilmes
Investigador del Centro de Investigaciones Ópticas (CONICET-CIC) y profesor de la Universidad Nacional de La Plata.

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