27/10/10

ECOS DE LA MUERTE DE KIRCHNER

La muerte de Kirchner deja tambaleante la presidencia de su esposa
BUENOS AIRES, 27 octubre 2010 (AFP) – La muerte este miércoles de Néstor Kirchner, presidente argentino entre 2003 y 2007 y el político más influyente del país, deja tambaleante y en una posición incierta a la presidencia de su esposa, Cristina Kirchner.

Kirchner, de 60 años, había renunciado a pelear por un segundo mandato en 2007, prefiriendo en cambio lanzar a su mujer, sobre cuyo mandato ejerció una gran influencia.

“La falta de Kirchner deja la sensación política de que falta el presidente y es como si se planteara el interrogante de cómo va a actuar el vicepresidente”, dijo el analista Rosendo Fraga, del instituto Nueva Mayoría. “Es la primera vez en la historia argentina que la ausencia de alguien que no es el presidente genera una situación semejante”, explicó.

“Ella fue hasta ahora un inusual primer ministro, capaz de dotar de discurso, imágenes y hasta de algún control de calidad, a una construcción política y económica que siempre estuvo en manos de su marido”, afirmó Carlos Pagni, editorialista de La Nacion.

“La pregunta que está abierta es de dónde extraerá ella ahora ese insumo esencial que le era entregado llave en mano”, agregó.

“No se qué hacer con Cristina, con ella que ahora se queda al mando de un país pero tan sola”, estimó Estela Carlotto, titular de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, que logró avances en la recuperación de nietos robados en la dictadura (1976-1983).

Mientras, el vicepresidente, Julio Cobos, dijo -pese a haberse pasado a la oposición- que Cristina Kirchner estará a la altura del desafío.

“La presidenta ha demostrado toda la fortaleza, la autoridad, para poder gobernar, y le va a costar unos días sobrellevar el dolor pero lo superará con el apoyo de toda la dirigencia”, afirmó.

Por su parte, el ex presidente Eduardo Duhalde, antiguo mentor y rival de Néstor Kirchner, a quien entregó la presidencia en 2003, llamó a todos los argentinos a apoyar a la presidenta.

Eso pese a que ésta lo había acusado hace unos días de estar detrás del asesinato de un militante trotskista, caso que deja mal parado al gobierno y a Hugo Moyano, líder de la Confederación General del Trabajo (CGT, peronista), el último gran aliado del gobierno.

El joven militante, de 23 años, recibió un disparo en el tórax el miércoles pasado, cuando un grupo de despedidos de empresas de ferrocarriles movilizados por organizaciones de izquierda fueron atacados por activistas del sindicato Unión Ferroviaria, perteneciente a la CGT.

Cristina Kirchner quedó además debilitada por la derrota de su partido en las legislativas de junio de 2009 y la pérdida de la mayoría en el Congreso. Su marido logró ser electo diputado, pero su lista fue superada por la de la oposición en la provincia de Buenos Aires.

Para Rosendo Fraga, la presidenta tiene ahora la posibilidad de ejercer finalmente el poder. “Ahora puede adoptar algunas decisiones que se reclaman, como tomar distancia de Hugo Moyano y terminar con su influencia”, afirmó.

“Tiene la oportunidad” de “corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido, que llevaron a una situación inédita, que un gobierno con la economía creciendo al 9% tenga la aprobación de sólo de uno de cada tres”, dijo.

Kirchner “deja a su esposa con un gobierno sólido en lo económico, pero enfrentado con el sector productivo mas importante del país que es el campo; en conflicto también con el sector industrial; en mala relación con la Corte Suprema como lo evidencian los fallos recientes; enfrentado con el Congreso, como lo muestra el último veto; en conflicto con la Iglesia Católica; enredado en una surte de ‘guerra’ contra los principales medios” de comunicación.

Pero para Carlos Pagni, “el conflicto es constitutivo de la identidad K y, por lo tanto, el intento de abandonarlo puede ser vivenciado como un modo de auto-disolución”.

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