10/11/10

POLÍTICA - REUTEMANN SE VA DEL PERONISMO FEDERAL

El senador por Santa Fe indicó que se iba por "diferencias internas" en el partido.
El senador santafesino Carlos Reutemann anunció hoy que se aparta de la mesa coordinadora del Peronismo Federal, aunque ratificó su pertenencia al bloque del mismo nombre que integra en la Cámara alta.

A través de un comunicado de prensa que difundió esta tarde ante la prensa parlamentaria, Reutemann aclara que “han surgido diferencias dentro” del espacio del Peronismo Federal “en cuanto a la coyuntura política”.

En ese sentido, el ex gobernador de Santa Fe informó que decidió apartarse de la mesa coordinadora del Peronismo Federal que compartía con otros dirigentes justicialistas integrada por los senadores Juan Carlos Romero, Adolfo Rodríguez Saá y el diputado Ramón Puerta.

El anuncio, que lleva como título, 'Comunicado del senador Carlos Alberto Reutemann', es el siguiente:

"El senador Carlos Alberto Reutemann, ante noticias aparecidas en un matutino del día de la fecha, referidas a conversaciones entre los coordinadores del Peronismo Federal, aclara que los temas publicados nunca fueron parte de las mismas".

"Al mismo tiempo, reconoce que han surgido diferencias dentro de dicho espacio en cuanto a la coyuntura política. Por lo tanto, considera necesario dar a conocer que ha decidido apartarse de la mesa coordinadora del Peronismo Federal".

"Del mismo modo, ratifica su permanencia dentro del Interbloque del Peronismo Federal.

RENUNCIA PREVISIBLE - EL PJ SE AGRUPARÍA DETRAS DE CRISTINA

La renuncia de Reutemann al peronismo opositor era previsible. El único dirigente de ese espacio con fuerte proyección electoral olfateó el cambio de clima y se animó a dar el salto que meditaba Felipe Solá. La decisión del Lole insinúa que el PJ se encamina a reagruparse detrás de Cristina, si se mantiene competitiva. Se estrecha el margen para dirigentes como Urtubey, Telerman y otros que apostaron a una “tercera vía” que nunca terminó de consolidarse.


Veloz como en sus épocas de piloto de Fórmula I, Carlos Reutemann pegó el volantazo que Felipe Solá venía madurando hace semanas. Sin devaneos públicos, ni peroratas existenciales cristalizó con un simple gesto el nuevo escenario político que vive el peronismo: con una Cristina por arriba de los 30 puntos de intención de voto y nadie que le haga sombra, se terminó la discusión seria.

Puede cambiar, bajar la espuma, terminar el duelo, subir la inflación, descontrolarse la interna, desmadrarse Moyano. Pueden pasar esas y mil calamidades más. Pero por ahora ninguno de esos cataclismos se vislumbran a la vuelta de la esquina y el reloj corre parejo para todos. Faltan apenas 11 meses para octubre del 2011.

Con un agravante, que Felipe Solá explicitó de manera descarnada en la última cumbre del Peronismo Federal a la que faltó Reutemann –fue su manera silenciosa de ir preparando el terreno-. En ese encuentro Felipe se sinceró: “no medimos nada y ya estamos en noviembre, esto así no tiene destino, no se que tenemos que hacer, pero lo que hicimos hasta ahora no sirvió”.

“Contra una viuda, dos hijos y nueve puntos de crecimiento no se puede competir”, dijo el Lole para explicar su decisión. Argumentos que en rigor hoy recorren todo el espinel del peronismo, opositor o kirchnerista.

Reutemann además nunca compartió la idea de “ir por afuera” del PJ que empujaban Duhalde y Solá. “En Santa Fe su gente preside el partido y él les ordenó que no saquen los pies del plato, vivía como una enorme contradicción irse del PJ, sus dos maestros en la política, Carlos Menem y el Chango Funes, siempre le decían que lo único que no había que hacer era irse del partido”, comentó una de las pocas personas con las que Reutemann suele sincerarse.

Por supuesto que es una obviedad aclarar que no se sumará abiertamente al kirchnerismo. Pero con la decisión que tomó ya le hizo un enorme favor. Aclaró el ex corredor que “sólo” renuncio a la mesa de coordinación del peronismo federal, como si se tratara de un cargo administrativo.

Ahora, liberado de ese compromiso, seguramente transitará una zona gris que en rigor vio mucho antes su defenestrada compañera de boleta Roxana Latorre, quien hoy debería reclamar la conducción estratégica del lolismo.

En ese marco, la decisión de Reutemann deja aún más descolocado a Eduardo Duhalde que hace menos de una semana ratificó su candidatura presidencial y anunció el acto de lanzamiento formal para diciembre, como si nada hubiera cambiado en el peronismo.

Otra ejemplo muy claro es el de Jorge Telerman. El ex alcalde sigue apostando a una “diferenciación” de Cristina y pide elecciones desdobladas en la Ciudad, cuando hoy la Presidenta mide unas cinco veces más que él; y debería ser el primer interesado en atar su boleta a la presidencial. En el PJ porteño reconocieron a LPO que “ya no hay margen para diferenciarse, con suerte Telerman termina de candidato a diputado nacional en un esquema de unidad que lleve a Filmus como jefe de Gobierno”.

Algo parecido le pasó a Juan Manuel Urtubey, que tuvo la mala suerte de desdoblar las elecciones en su provincia, 48 horas antes de que falleciera Néstor Kirchner. Hoy padece el frío de la Casa Rosada por esa decisión. Su idea era quedar posicionado como presidencial para antagonizar con Néstor Kirchner, después de lo que se descuenta será su reelección en abril.

Se entiende la dificultad de muchos dirigentes que medraban de la contraposición con Kirchner, para aceptar el nuevo escenario. Sólo la inercia de ambiciones que quedaron brutalmente desfasadas, explica que cuestionara la reelección de Cristina desde Italia, mientras cometía la torpeza de distribuir una foto con Silvio Berlusconi, justo en su hora mas oprobiosa.

Más rápidos para recalibrar la mira, otros díscolos como Sergio Massa y Pablo Bruera no dudaron en compartir el escenario con Cristina en Berazategui. Movida alentada por la Presidenta para mortificar a Scioli, a quien sigue sin perdonarle la cumbre con los intendentes para “apoyarla”. Igual, lo del gobernador es un tema serio. En el gobierno saben que si mantiene sus actuales niveles de adhesión, su candidatura a gobernador, alineado con la Casa Rosada, puede acercar a Cristina a un triunfo en primera vuelta, la nueva ilusión que alimenta los sueños kirchneristas.

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