21/11/10

POLÍTICA - UNA SEMANA COMPLICADA

LAS GRIETAS QUE QUEDARON
Prácticamente se desarticuló el llamado "Grupo A", que puso en jaque al oficialismo. Las estrategias para el año que viene.

Si la muerte de Néstor Kirchner había desacomodado a los espacios de la oposición, y potenciado sus grietas, las cuñas que abrió el oficialismo en la discusión por el Presupuesto y las denuncias de Carrió al resto de los bloques terminaron de desarticular el armado heterogéneo que con dificultades podía reunir el número para doblegar al Frente para la Victoria.

"Si ahora estamos así, ¿qué queda para el año electoral?", se preguntó un radical durante los fuertes cruces en la comisión de Asuntos Constitucionales. "La campaña ya empezó, y el grupo A dejó de existir", respondió un peronista disidente.

Para el miércoles quedó pautada una sesión especial pedida por el GEN y acompañada por Proyecto Sur, el socialismo y el radicalismo, para tratar temas pendientes como la reforma del Indec. Pero nadie se animó a garantizar que habrá quórum, con un escenario de reproches cruzados e internas en la mayoría de los espacios. Desde la Coalición Cívica, directamente, no avalaron la convocatoria.

Precisamente Carrió fue el blanco de los cuestionamientos de todos los bloques -o al menos de una parte de cada uno- después de leer un discurso con fuertes acusaciones en especial a los radicales y también al PJ disidente, a los macristas y al socialismo.

Tanto que el resto del arco opositor priorizó el rechazo a sus propuestas a la disputa con el oficialismo, aun cuando eso implicó un "triunfo" K. "Que se hagan responsables frente a sus electorados", subió la apuesta Patricia Bullrich, ladera de Carrió, y le tiró la presión al resto para el próximo año: "Hay que ver cómo se reacomodan los bloques; nosotros estamos bien compactos".

Los más optimistas apelaron a fórmulas como "nueva conformación", "transformación", "otro funcionamiento" de la oposición, con el objetivo de impulsar al menos los proyectos pendientes de esta etapa -con resultados alejados de las expectativas iniciales- y algunos coincidentes en poner límites al kirchnerismo. Otros estimaron un escenario de quiebre "inevitable" y mínima actividad parlamentaria.

"Cada bloque deberá trazar su estrategia parlamentaria para el año electoral", dijo, cauto, Gil Lavedra, el próximo jefe de un bloque radical prácticamente partida al medio, de acuerdo con los posicionamientos de apoyo a Alfonsín o a Cobos, los dos precandidatos presidenciales.

Más de una grieta asomó también en el PJ Federal, a tono con la dispersión y la incertidumbre del espacio, comandado no sin dificultades por Solá. Los reproches a las coincidencias con Carrió, en especial de los diputados de Reutemann, reaparecieron esta semana porque Solá fue el único que la respaldó en la comisión.

En el PRO la interna quedó al descubierto con las cuatro ausencias en la sesión por el Presupuesto. Aunque Macri frenó la ruptura, se generó un nuevo cortocircuito por el rechazo de Laura Alonso a las cuestiones de privilegio de Carrió, Elsa Álvarez y Cynthia Hotton. Federico Pinedo, el jefe de bloque, observó ese pronunciamiento.

El escándalo y los reproches cruzados dejaron en un segundo plano las internas en el socialismo, entre el sector "contemplativo" de Binner y el más "duro" del senador Giustiniani. El bloque del PS y el de Margarita Stolbizer se hamacan entre lo que se perfila una alianza electoral con la UCR y los movimientos en conjunto con Proyecto Sur y los juecistas. Tantas diferencias reconfirman al kirchnerismo, pese a no haber podido aprobar el Presupuesto.

Fuente: Los Andes (Mendoza)

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