Espadas del radicalismo alfonsinista negocian en privado con operadores de Francisco De Narváez, y tantean a Mauricio Macri para hacer una alianza electoral, luego del desplante que le hicieron “Pinistas”, socialistas y hasta el Gen de Margarita Stolbizer. La situación fue impuesta al diputado Ricardo Alfonsín, precandidato presidencial por la UCR, por el titular partidario, Ángel Rozas y el senador jujeño Gerardo Morales. Aquí, todos los motivos y repercusiones.
Ricardo Alfonsín viene cayendo aceleradamente en todos los sondeos electorales.
En la actualidad está entre el cuarto y quinto lugar, alejado del pelotón que peleaba la segunda colocación.
En una encuesta de ARESCO, consultora que lidera el sociólogo Julio Aurelio, sobre 3200 casos, se observa con claridad que la actual mandataria está ubicada en 49.9%, según votos proyectados, luego viene Eduardo Duhalde, con 14.2%, Mauricio Macri, con 12.7%, Ricardo Alfonsín, con 9.6%, Pino Solanas, con 6.9%, y Elisa Carrió con 6.6%.En otros trabajos la cercanía entre Alfonsín, ya despedido del pelotón de los segundos, y Carrió, se observa con más notoriedad.
El clima planteado preocupa a la dirigencia radical, y por ejemplo los sectores denominados “Federales”, como son Rozas y Morales, veían con cierta incomodidad un acuerdo con Stolbizer, Binner o sectores centroizquierdistas porque no le sumaban en sus provincias: “ese acuerdo es para Capital, Santa Fe y Provincia de Buenos Aires, en el resto del país no nos suma un solo voto”, refunfuñaban en el entorno de esos dirigentes.Pero Alfonsín no estaba de acuerdo con apartarse de la línea original progresista, aunque para eso, la dirigencia que hoy maneja los hilos de la UCR, articulan el “salvavidas” De Narváez. Pensaron, de esa manera, que podrían ofrecer así una salida para los radicales bonaerenses, y lograr que cierre un acuerdo macro con los sectores del PJ más recostados a la derecha.
En el alfonsinismo por ahora niegan el acuerdo, pero las conversaciones están avanzadas y serían en formato de colectoras.La situación, incluso, fue aplaudida por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien con su Acción Vecinal acepta pegar la boleta a esa combinación. En el mismo possismo hay operaciones punzantes en tal sentido, tal es así que el senador Roberto Costa, un hombre de Escobar, habló claramente de la necesidad de “apertura” en la UCR.Posse, en realidad, sintetiza lo que el pensamiento de amplios sectores radicales que gobiernan municipios. Ellos dicen que si no tienen una fórmula atractiva para ofrecer, pierden las comunas que gobiernan. Concretamente, los intendentes radicales manejan como información que si la diferencia entre Cristina F. de Kirchner y la boleta en la que ellos estén colgados supera los 20 puntos, pierden las municipalidades.
Hoy, la diferencia entre Cristina y Ricardo Alfonsín se acerca a los 40 puntos.La situación no es menor, y la caída del hijo del ex presidente Raúl Alfonsín tiene réplicas. Por ejemplo, hace veinte días, luego de ganar la interna cordobesa al alfonsinismo, el candidato a gobernador, diputado Oscar Aguad, le pidió a sus correligionarios que “abran la cabeza”, y se inclinó por un acuerdo con el macrismo y otros sectores del Peronismo Federal.
Carrió levanta vuelo
En ese marco, en la Coalición Cívica salieron a avanzar nuevamente. Aseguran ellos, y las encuestas lo atestiguan, que punto perdido por Alfonsín es ganado por Elisa Carrió.Tal vez por esa razón, Juan Carlos Morán, el candidato a la gobernación bonaerense por ese partido, salió al cruce y sostuvo: “es una vergüenza los de Ricardo Alfonsín” , y salió a golpear directamente a un operador aliado al precandidato presidencial radical, como es Leopoldo Moreau, a quien acusó de ser el vínculo con De Narváez. En esa misma dirección salieron dos dirigentes del partido de Carrió como son la titular provincial de esa fuerza, Maricel Echecoin Moro, y el presidente del partido en La Plata, Ricardo José Ferrer.
Hay lugares, incluso, en donde las encuestas parecen sonreírle a Carrió y amargar aún más a Alfonsín. En La Plata, por ejemplo, la diputada estaría en 8 puntos, mientras que Alfonsín conseguiría 6.5%. Situaciones similares ya se dan en Bahía Blanca y Mar del Plata.
Repercusiones, para todos los gustos
Ante la posibilidad de un acuerdo entre Alfonsín, Macri y De Narváez, el referente de la UCR porteña, Marcelo Montero, consideró que “es una desfachatez que la UCR presente una alianza electoral con la derecha conservadora del país. La verdad que es deshonrar a los dirigentes que hicieron grande al partido, como fueron Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Balbín, Illia y hasta el propio Raúl Alfonsín”.Montero agregó que “esta situación es intolerable, y sus precursores no hacen más que acelerar un proceso de desintegración partidaria. La conducción radical ahora pone la firma en público de su relación de dependencia con las corporaciones”. También se opone al mismo el diputado Ricardo Gil Lavedra, titular de la bancada radical, y dice que una alianza en ese sentido “rompe la pluralidad democrática”.
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