23/11/08

COPA DAVIS - La tragedia política


La tragedia deportiva superó a la fiesta popular

La realidad le dio un duro cachetazo al voluntarismo y a una euforia anticipada. Desde lo deportivo, el equipo español, apagó con agua helada la caldera del Polideportivo Islas Malvinas.


El gobernador Daniel Scioli huyó ayer del Polideportivo, tras asistir a las tres jornadas, no apareció en las fotos con los españoles festejando, como hubiera correspondido, dejando al desnudo una inocultable intencionalidad política. Invirtió una fortuna para el acontecimiento. La buena educación y la diplomacia son más importantes que las fotos, más aún cuando se trata de la relación con otros países, en este caso nada menos que España.

Hay quienes no comparten, la utilización de los términos tragedia y drama, para aplicarlos a resultados deportivos. Semántica y etimología muy respetadas, pero al margen, se ajustan a lo que se vivió en Mar del Plata.

Argentina perdió la histórica posibilidad, de obtener por primera vez la Ensaladera de Plata, y convertir a nuestra ciudad en el escenario de una conquista, que sigue faltando en las ricas vitrinas del deporte nacional.

Cómo no entender esto como una tragedia deportiva, si se perdió en el cuarto punto, frente al quinto jugador español en el ranking (Nadal, Robredo, Ferrer y López), están antes que Fernando Verdasco, frente a José Acasuso que tuvo un año errático, pocas participaciones y casi nulos antecedentes en match a cinco sets.

Cómo no entenderlo como una tragedia deportiva, que con dos top ten, la Copa Davis no se haya quedado en el país. Cómo no entenderlo así, cuando Guillermo Cañas preguntaba en los jardines del Polideportivo, por qué no estaba en el equipo, gastándose bromas con José Luis “Batata” Clerc, diciéndole que a él le había pasado lo mismo en sus épocas de jugador.

Cómo no entenderlo así, si inesperadamente sobre el final del año Juan Martín del Potro ganó su derecho a participar del Master de Shanghai, que lo hizo llegar al límite de sus condiciones físicas a Mar del Plata, 96 horas antes del inicio. El tandilense hizo como profesional, exactamente lo que correspondía, el calendario no lo arma él. En ese caso, también habría que cuestionar a Rafael Nadal, quien no acompañó en esta aventura a sus compañeros a la Argentina.

Cómo no entenderlo como una tragedia deportiva, si fueron reales los enfrentamientos entre David Nalbandián con el tenista tandilense y con Agustín Calleri. Además dramático por las definiciones en tie break y también por las continuas pérdidas de saque, producto de nervios y cansancio.

Fueron cuatro horas (en el cuarto punto) con protagonistas inesperados Acasuso y Verdasco, en toda la previa. Exactamente a las 16.07, el español le bajó la cortina, para darles una alegría inconmensurable a los 400 españoles, que vivieron en tierra argentina una increíble hazaña deportiva.

No hizo falta Rafael Nadal, dándose un batacazo que tiene otros tremendos antecedentes. Lo vivió Alvarado frente Arsenal, en el demolido Estadio San Martín, le tocó River frente a Boca en el Monumental sin público visitante y también el famoso “Maracanazo” de los uruguayos frente a los brasileños, hay otros innumerables ejemplos.

Pero la historia de esta final en Mar del Plata, tiene otras historias vinculadas a la política, y que muy bien las describiera Juan Pablo Varsky en su columna del diario La Nación. Allí, el prestigioso periodista, destacó los acuerdos entre Daniel Scioli y Florencio Aldrey Iglesias para desplazar a los cordobeses y su Estadio Orfeo.

Pero existe otro capítulo anterior que se vivió en Nueva York, con la presencia de la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner y su comitiva participando de las deliberaciones de la ONU. En ese momento, Argentina eliminaba a Rusia y España a EE.UU. La final no se debía jugar en Buenos Aires, porque podría significar un gran triunfo de Mauricio Macri, como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ni hablar si la Ensaladera, hubiera quedado en manos de nuestros compatriotas.

Pero hay otra historia, la de las acusaciones de David Nalbandian, cuando habló de cosas raras y definiciones debajo de la mesa. El cordobés defendía algo más que su tierra natal, es cierto, ya que se lo vincula a otros intereses personales y comerciales en el tema.

Tampoco hay que despejar ese irresistible vínculo entre el deporte y la política, la utilización del mismo para lograr posicionamientos, que tienen que ver con el manejo del poder. En ese sentido, el ex presidente Raúl Alfonsín dio un gran ejemplo cuando en 1986 no salió al balcón de la Casa Rosada cuando Carlos Bilardo y Diego Maradona mostraron la Copa ganada en el Mundial de México, a una Plaza de Mayo colmada de enfervorizados hinchas argentinos.

Acá se le pinchó el globo al gobernador Daniel Scioli, a quien el gobierno nacional decidió favorecer con la capitalización de un eventual triunfo. Scioli ha trasladado su despacho a los hoteles Hermitage y Provincial. Le resbala la conmocionante ola de asesinatos e inseguridad en el territorio bonaerense, un verdadero dislate desde la responsabilidad de un gobernante.

Hay quienes imaginaron también un lunes negro, si Argentina perdía. También un éxito hubiera sumado porotos, para el intendente Gustavo Pulti, quien jugó sus cartas admirablemente reaccionando con un “timming” apropiado, para instalar al Polideportivo Islas Malvinas. De las 12.500 ubicaciones ni hablar se llegó sólo 9.700 agregando sólo 3.000 lugares más. No faltó tampoco la advertencia del arquitecto, que construyó el Polideportivo, para los Panamericano en el ´95.

mdphoy.com , adelantó que esto se arreglaba con política y plata, mientras que el Multimedios La Capital anunciaba que la sede de la final era Córdoba. También fue irritante que un acontecimiento deportivo, se intentara descaradamente utilizarlo como propaganda política, como quedó registrado en páginas centrales de la Sección Deportes de ese diario, en entrevistas con fotos en el Polideportivo a José Scioli y a Gustavo Pulti.

Hay demasiadas razones, para aplicar la acepción de tragedia, a esta derrota deportiva que se vivió en medio de un intenso drama, en todo su desarrollo, hasta una confrontación entre los integrantes del equipo argentino.

Fuente
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com

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