8/1/09

LA CANDIDATURA de REUTEMANN

LOLE PONE PRIMERA

Autor: Antonio Soult


Dijo que todavía faltan definir las candidaturas para las legislativas de este año. Su instalación como alternativa para 2011 fue bien recibida en la Casa Rosada y cayó mal entre los peronistas antikirchneristas.
La pregunta que surge al comprobar el espacio que sigue ocupando Carlos Reutemann en la agenda mediática es quién está a gusto con su regreso al centro de la escena. El propio Reutemann, obviamente, parece estar gustosísimo. Ayer se encargó de aportar un nuevo ingrediente para garantizar más repercusiones. En un reportaje radial, el ex gobernador santafesino puso un poco de suspenso a su probable candidatura a senador por el Frente para la Victoria. “No sé todavía si voy a ser candidato en las legislativas”, deslizó. También le agregó misterio a su eventual lanzamiento como precandidato presidencial para 2011. “No dije nada para que tomara la importancia que tomó. Me da la impresión de que de una pequeña frase se armó todo lo que se armó”, dijo. Hace una semana, Reutemann sacudió la agenda política con una expresión dicha como al pasar, pero nada inocente: “Esta vez sí pensaría en ser candidato en 2011”.
El espacio que viene ocupando Reutemann es del gusto del interesado, pero también agrada a terceros. Su instalación como alternativa del PJ para dentro de tres años entusiasma a otros dirigentes. Desde el peronismo salieron a elogiarlo su comprovinciano Jorge Obeid y el salteño Juan Carlos Romero. Quizá la sorpresa mayúscula –aunque no para quienes conozcan los vericuetos del peronismo– es que el lanzamiento de Reutemann fue seguido con agrado desde la quinta de Olivos. Una lectura rápida diría que el nombre del ex piloto de Fórmula 1 suma un potencial adversario para el matrimonio Kirchner si alguno de los dos quisiera ser candidato en 2011. Sin embargo, el desembarco de Reutemann produjo satisfacción en la cúpula del oficialismo. “Es una forma de ir tanteando el tablero”, argumentó ante Página/12 un dirigente del PJ muy cercano a Kirchner.
Para entender la lógica de Kirchner basta con repasar la reacción de sus rivales. En los últimos días, tanto Felipe Solá como Eduardo Duhalde emitieron declaraciones bastante críticas hacia el ex corredor de autos. “Está en la pole pero para 2011 va a tener que clasificar y ya hay varios anotados en esa carrera. Reutemann es un hombre que no hace declaraciones, es muy difícil conectarse con él si no es en una charla sobre automovilismo”, le bajó el precio Duhalde. “Sería importante saber si Reutemann es un hombre que aspira a heredar al kirchnerismo, un poskirchnerismo, o aspira a enfrentar al kirchnerismo y ser un presidente diferente”, lo acicateó Solá.
La irrupción de Reutemann también impactó por fuera del PJ: el vicepresidente Julio Cobos se olvidó por un rato de su temor a la sobreexposición mediática y salió a decir que no descartaba ser candidato en 2011. “En política uno no debe descartar nada, esa es la verdad”, dijo. Tras conocer las réplicas de los adversarios, en Olivos tomaron la sorpresiva instalación de Reutemann como un punto a favor. Pocos saben que el asesor presidencial Juan Carlos “Chueco” Mazzón estuvo al tanto de los recientes movimientos de Reutemann. Mazzón fue el artífice de las dos reuniones a solas que Kirchner y Reutemann mantuvieron en los últimos tres meses. Quienes suelen hablar con Mazzón aseguran que su capacidad para la negociación fue clave en el acercamiento entre Kirchner y Roberto Lavagna. Allí también jugó un rol esencial el senador José Pampuro.
Reutemann sabe que se ha convertido en una alternativa importante para el peronismo en su conjunto. Una alternativa que podría garantizar una transición al poskirchnerismo menos traumática para quienes apostaron por el ciclo K. El único obstáculo que debe enfrentar el santafesino es su extraño “renunciamiento” de 2002. Ayer se preocupó por desmentir las versiones que habían circulado en torno a la frase “vi algo que no me gustó”, que se le adjudicó hace seis años. Señaló que esa frase fue tomada de un reportaje que concedió pero que se le atribuyó otro sentido. “Lo concreto son esos diez minutos que yo estuve con el doctor Duhalde en Olivos. A los diez minutos sabía que mi respuesta era negativa”, afirmó.

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