13/1/09

LOS ERRORES DEL GOBIERNO NACIONAL

Un gobierno a los cachetazos limpios

Kirchner enredado




El gobierno nacional parece no aprender de sus errores, y cae una y otra vez en las mismas equivocaciones, sin que saquen nada de provecho de los mismos. Cómo cayó en el gobierno la decisión de Techint de tirar para atrás su plan de inversiones en el país y las dificultades financieras que puede traer acarreado esta decisión para los intereses de la economía argentina...

El desconcierto que reina en el gobierno nacional ante los escenarios que está adquiriendo la crisis financiera internacional en la Argentina, está marcando la situación económica de nuestro país.

Cada vez son más los actos que muestran el estado de indefensión en que se haya el gobierno, que lo único que sabe hacer es apelar a manotazos de ahogado para intentar salvar una situación que muy lejos está de ser la mejor.

El gobierno que encabeza la presidenta Cristina Fernández acaba de recibir otro cachetazo, tan vigoroso como aquel que sufrió en julio de año pasado en el Congreso nacional con el tema de la polémica Resolución 125.

Si se toma como efecto el mediano plazo, puede verse que la misma es producto del rumbo político marcado por su timonel y principal asesor en temas económicos, es decir, el ex presidente Néstor Kirchner, y que puede llevar al país a niveles de peligrosidad económica, pocas veces vista.

En las últimas horas, pudo conocerse la decisión de la Corporación Techint, la más grande del país y una de las más importantes en dimensión de Latinoamérica, de plantear serios problemas a la administración kirchnerista, empezando por el anuncio llevado a cabo de declarar la cesación de pagos de TGN (Transportadora de Gas del Norte), la concesionaria de la principal red troncal de transporte de gas del país; y el pasado fin de semana lo terminó de coronar con la decisión estudiada desde hace mucho tiempo de suspender su plan de inversiones por la friolera suma de 1.200 millones de dólares por parte de su empresa Siderar, acompañado de la suspensión o despido de alrededor de 2.300 de sus trabajadores, con la consiguiente preocupación social que esto acarrea.

Desde el grupo económico de origen nacional, se argumenta que la decisión es a consecuencia de las condiciones objetivas del mercado (caída de la demanda mundial) y que nada tienen que ver las interminables trabas que se les ha impuesto desde el Ejecutivo ante cada una de las propuestas de inversión que han llevado adelante en los últimos meses. La excusa de la crisis financiera internacional, les sirve a muchos empresarios para ampararse en ella y a partir de allí tener que tomar decisiones que antes no hubiesen tomado, sobre todo por miedo a lo que se le podía llegar a venir desde el poder político, cuando el kirchnerismo era amo y señor de la situación política nacional.

Pero el contexto luego del voto "no positivo" del vicepresidente Julio Cobos en el Senado de la Nación cambió radicalmente la división del poder en la Argentina, y aquellos que antes eran todopoderosos pasaron a tener una actitud más servicial hacia los intereses de los demás y a tomar más en cuenta las opiniones de los otros.

Las horas que siguieron al fuertísimo anuncio del Grupo Techint, no hizo más que confirmar que todas estas acciones se deben a que se tiene más que ver con respuestas a provocaciones emanadas por el actual titular del Partido Justicialista, que con la caída de la demanda mundial. De ser tan así y tan evidente la caída de la demanda, antes del anuncio hecho por el CEO de Techint, Paolo Rocca, la corporación argentina hubiese estudiado alguna posible alternativa en conjunto con el oficialismo para sacar adelante esta delicada situación, pero dando evidentes muestras de fastidio hacia el ex presidente, el mayor holding de la Argentina obró en forma inconsulta.

Esta actitud por parte de Techint no debe pasarse por alto ni ser tratada por arriba, ya que no se trata de gente de pasada o que merezca ningunearse, ya que el poder económico que tienen y el trabajo que realizan en el país, merecen ser escuchados.

El gobierno deberá o tendrá que comenzar desde estos momentos a modificar ciertos patrones de conducta destructivos que tiene, ya que en la actualidad no quedan muchos sectores con quien enemistarse. De ser así, los próximos enojos del patagónico tendrán que ser con sus propios soldados, tropa que se siente afuera de todo tipo de toma de decisiones.

Respecto a este último tema, el pasado fin de semana, Néstor Kirchner fue recibiendo uno por uno a todos los intendentes oficialistas de la provincia de Buenos Aires, otorgándole aproximadamente media hora a cada uno, donde intentó adoctrinarlos sobre la tarea que cada uno de ellos debe llevar adelante de cara a las elecciones legislativas del próximo mes de octubre, si es que quieren que el oficialismo resulte triunfante en la misma.
Cabe preguntarse si es tarea de un ex presidente marcar la agenda de los intendentes, prometiéndoles obra pública para sus distritos, manejo propio de fondos, y todo tipo de cosas que suele ser parte de las tareas de los ministros. Ante este tipo de actitudes tomadas por el santacruceño, es dable formularse cuestionamientos hacia el papel que cumplen funcionarios intermedios del gobierno nacional o de los gobiernos provinciales ante este tipo de actitudes y acciones que toma el ex presidente.

Este tipo de acciones no hace más que marcar el alto nivel de dependencia en las resoluciones de estado que hay de parte de lo que está adentro de la cabeza del patagónico, así como también la precariedad de manejo que tiene la Presidenta, que cada día se hace más imposible de ocultar.

Por la salud de los más de 40 millones de argentinos, sumados a los extranjeros que habitan este suelo, sería plausible y conveniente que este método de ejecutar el poder comenzara a revertirse, ya que si la persona que detenta el nivel de diseño estratégico elige pelearse con Techint y con la mayoría de los empresarios más poderosos del país, y se ocupa de los trabajos que antes solía cumplir un simple Secretario de Estado, el futuro que se avizora, lamentablemente para los habitantes de esta tierra, serán muy ingratos y difíciles de vivir.

Uno de los alfiles con los que cuenta el patagónico ante cada una de sus iniciativas, y que suele cumplirlas a rajatabla y al pie de la letra, es el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Si este último pretendía neutralizar el efecto de una caída universal en la demanda de acero subsidiando un plan canje de calefones, se sigue con respuestas pobres para grandes conflictos, algo parecido a lo que resultan los pobres anuncios gubernamentales en materia de tratar de resolver la crisis financiera internacional, como son los canjes de heladeras y la compra del primer cero kilómetro, en los que hasta el momento lo único que reina es la incertidumbre sobre cómo se llevan adelante y la imposibilidad en muchos casos de acceder a ellos.

Es de esperar al menos que para el mes de febrero, cuando comiencen las discusiones en serio con el sector agropecuario, el gobierno tenga una visión más ajustada de la situación real en que se encuentra el conflicto con este sector tan dinámico y emergente de la economía nacional.

Si como se sabe, se quiere ir por atajos para dividir a las entidades o hacerles firmar algo que el gobierno no va a cumplir, se va seguir errando y se entrará de nuevo en la dimensión desconocida que terminó con el voto "no positivo" del Vicepresidente Cobos.

Por el bien del país, es necesario que el gobierno entienda que familias como los Rocca, los Blaquier, los Madanes, los Whertein, etc, o instituciones como la Iglesia, corporaciones como los Sindicatos, están acostumbrados al paso de los gobiernos, cualquiera sea su signo, y una mala lectura del poder que estos detentan, acelera conflictos y por ende salidas anticipadas.

Por el bien de todos, es mejor dar un paso atrás y retomar el camino, eso es "Grandeza". Ojalá que el gobierno nacional lo entienda y la Argentina pueda retomar la senda de crecimiento que nuca debió haber abandonado.


Fuente : CNA

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