Con el verano y la afluencia de vehículos volvió el caos en el tránsito local
Basta recorrer las calles del centro y los accesos a la costa para verificar decenas de infracciones.El abuso de maniobras y actitudes fuera de lo permitido multiplica los problemas de tránsito que se viven también el resto del año * Carga y descarga fuera de hora, estacionamiento en doble fila y en lugares no permitidos,peatones que cruzan por lugares indebidos son algunas de las contravenciones
Fuente: DIARIO LA CAPITAL
También los peatones suman lo suyo para configurar el caótico panorama que presentan las calles más transitadas.
El ya sistemático incumplimiento de las más elementales normas de tránsito, tanto por parte de marplatenses como de turistas, ha tornado complejo el control de la circulación vehicular, principalmente en el microcentro y en las zonas de acceso a las playas, donde durante gran parte del día y en horas denominadas "pico", se intensifica más la problemática.
Da la sensación de que no es un tema que puede ser revertido sobre la base de ubicar más agentes municipales o policías en las esquinas. Tampoco que sea una cuestión que se arregla con aplicar multas y más multas. Igualmente, no es aconsejable que personal en moto recorra las calles entorpeciendo aún más la circulación.
José es taxista desde hace más de veinte años y al ser preguntado cómo ve la situación explica que "el problema tiene dos partes: un exceso de automóviles como nunca se vio", y agrega a modo de digresión: "y todavía el Gobierno anuncia planes para que la gente compre más autos". Pero después sigue con su análisis: "Además, la gente no cumple o no conoce las mínimas reglas de tránsito. Todos quieren pasar primero, se pueda o no. Da la sensación que la gente está apurada hasta para ir a la playa".
Otro taxista, Alberto, se queja porque "este caos vehicular entorpece nuestro trabajo. El pasajero se enoja cuando entramos en un embotellamiento, porque el reloj sigue andando y un viaje que le podría salir menos le está saliendo más caro".
Mientras un camionero que se encuentra en doble fila, descargando cajones de bebida después de las 10, en pleno microcentro expone a LA CAPITAL por qué infringe dos reglas: la de descarga fuera del horario indicado y colocarse en doble fila: "Muchas veces vengo y en la dársena donde descargamos hay estacionados autos o camionetas. Como estamos apurados, no podemos esperar a que se corran, así que descargamos el pedido y nos vamos rápidamente. A veces tenemos tanto que repartir y es tan difícil circular por la cantidad de autos que se nos va retrasando y pasamos de la hora que indican los carteles".
El tema de la doble fila
Pero la doble fila que las autoridades municipales comenzaron a reprimir con multas, ya que es una infracción que no sólo entorpece el tránsito sino que también puede llegar a ocasionar inconvenientes ahora que no hay actividad escolar, tiene lugares típicos en donde se da con mayor asiduidad. Por ejemplo, a lo largo de toda la calle San Juan, a pesar de su estrechez. Por Gascón, lo que es complicado debido a que es una de las de más circulación que existe en la ciudad. Igual Alberti y también Belgrano. En el microcentro, la más elegida es Córdoba.
Mientras conversaba con trabajadores del volante y transeúntes, LA CAPITAL realizó una recorrida por las calles de la ciudad, principalmente los puntos más conflictivos en esta materia (microcentro y zona de playas) y pudo obtener este registro de infracciones y conductas desatinadas, cometidas en gran medida por los que manejan vehículos de todo tipo, pero también por los peatones, que cruzan sin respetar semáforos, por el medio de la cuadra y hasta distraídamente, a la espera de que quien conduce un rodado se percate y no termine por arrollarlo.
Decenas de infracciones
Esta lista de infracciones y actitudes desaprensivas se constataron en casi tres horas, en distintos puntos de la ciudad:
* Grandes camiones y camionetas ubicados en doble fila descargando mercadería en horario no habilitado.
* En varias esquinas automóviles estacionados en doble y hasta triple fila, y en casos en ambas manos.
* Automóviles que, ante la falta de estacionamiento (un taxista lo adjudicó a que los edificios se construyen ahora sin concheras), se ubican en lugares con carteles de prohibido, en dársenas, en las bocacalles y hasta tapando las rampas de circulación para personas discapacitadas o impedidas, niños y ancianos.
* Comerciantes que delimitan espacios de estacionamiento con baldes de pintura, bolsas de arena, cajones u otros hitos improvisados, sin que tengan la autorización municipal para hacerlo ni exista un cartel que lo prohíba.
* Camiones de gran porte que acarrean vehículos u otros elementos circulando por las calles céntricas.
* Micros de larga distancia estacionados incluso en doble fila frente a hoteles para permitir el ascenso o descenso de pasajeros. La disposición es que tal maniobra se realice en la Terminal de Ómnibus, y como excepción en algunas paradas de la ruta o de avenidas habilitadas para ello.
* Circulación de rodados en pésimas condiciones mecánicas.
* Motos y bicicletas circulando entre los autos, camiones y colectivos. A veces en contramano e incluso por las veredas, para sortear tránsitos muy densos.
* Limpiavidrios, vendedores o un sinnúmero de cuentapropistas que se instalan en las esquinas con semáforos, e incluso cuando la luz verde permite la circulación, ante la posibilidad de recoger un óbolo, impiden la normal circulación de vehículos.
* Ante la gran cantidad de vehículos, hay quienes no respetan la delimitación y las velocidades que establecen los carriles en las avenidas e incluso en las calles de una sola mano.
Claro que este listado no está completo. Seguramente los lectores podrán sumar muchos más, extraídos de su propia experiencia e incluso de mayor gravedad que los expuestos.
También los peatones suman lo suyo para configurar el caótico panorama que presentan las calles más transitadas.
El ya sistemático incumplimiento de las más elementales normas de tránsito, tanto por parte de marplatenses como de turistas, ha tornado complejo el control de la circulación vehicular, principalmente en el microcentro y en las zonas de acceso a las playas, donde durante gran parte del día y en horas denominadas "pico", se intensifica más la problemática.
Da la sensación de que no es un tema que puede ser revertido sobre la base de ubicar más agentes municipales o policías en las esquinas. Tampoco que sea una cuestión que se arregla con aplicar multas y más multas. Igualmente, no es aconsejable que personal en moto recorra las calles entorpeciendo aún más la circulación.
José es taxista desde hace más de veinte años y al ser preguntado cómo ve la situación explica que "el problema tiene dos partes: un exceso de automóviles como nunca se vio", y agrega a modo de digresión: "y todavía el Gobierno anuncia planes para que la gente compre más autos". Pero después sigue con su análisis: "Además, la gente no cumple o no conoce las mínimas reglas de tránsito. Todos quieren pasar primero, se pueda o no. Da la sensación que la gente está apurada hasta para ir a la playa".
Otro taxista, Alberto, se queja porque "este caos vehicular entorpece nuestro trabajo. El pasajero se enoja cuando entramos en un embotellamiento, porque el reloj sigue andando y un viaje que le podría salir menos le está saliendo más caro".
Mientras un camionero que se encuentra en doble fila, descargando cajones de bebida después de las 10, en pleno microcentro expone a LA CAPITAL por qué infringe dos reglas: la de descarga fuera del horario indicado y colocarse en doble fila: "Muchas veces vengo y en la dársena donde descargamos hay estacionados autos o camionetas. Como estamos apurados, no podemos esperar a que se corran, así que descargamos el pedido y nos vamos rápidamente. A veces tenemos tanto que repartir y es tan difícil circular por la cantidad de autos que se nos va retrasando y pasamos de la hora que indican los carteles".
El tema de la doble fila
Pero la doble fila que las autoridades municipales comenzaron a reprimir con multas, ya que es una infracción que no sólo entorpece el tránsito sino que también puede llegar a ocasionar inconvenientes ahora que no hay actividad escolar, tiene lugares típicos en donde se da con mayor asiduidad. Por ejemplo, a lo largo de toda la calle San Juan, a pesar de su estrechez. Por Gascón, lo que es complicado debido a que es una de las de más circulación que existe en la ciudad. Igual Alberti y también Belgrano. En el microcentro, la más elegida es Córdoba.
Mientras conversaba con trabajadores del volante y transeúntes, LA CAPITAL realizó una recorrida por las calles de la ciudad, principalmente los puntos más conflictivos en esta materia (microcentro y zona de playas) y pudo obtener este registro de infracciones y conductas desatinadas, cometidas en gran medida por los que manejan vehículos de todo tipo, pero también por los peatones, que cruzan sin respetar semáforos, por el medio de la cuadra y hasta distraídamente, a la espera de que quien conduce un rodado se percate y no termine por arrollarlo.
Decenas de infracciones
Esta lista de infracciones y actitudes desaprensivas se constataron en casi tres horas, en distintos puntos de la ciudad:
* Grandes camiones y camionetas ubicados en doble fila descargando mercadería en horario no habilitado.
* En varias esquinas automóviles estacionados en doble y hasta triple fila, y en casos en ambas manos.
* Automóviles que, ante la falta de estacionamiento (un taxista lo adjudicó a que los edificios se construyen ahora sin concheras), se ubican en lugares con carteles de prohibido, en dársenas, en las bocacalles y hasta tapando las rampas de circulación para personas discapacitadas o impedidas, niños y ancianos.
* Comerciantes que delimitan espacios de estacionamiento con baldes de pintura, bolsas de arena, cajones u otros hitos improvisados, sin que tengan la autorización municipal para hacerlo ni exista un cartel que lo prohíba.
* Camiones de gran porte que acarrean vehículos u otros elementos circulando por las calles céntricas.
* Micros de larga distancia estacionados incluso en doble fila frente a hoteles para permitir el ascenso o descenso de pasajeros. La disposición es que tal maniobra se realice en la Terminal de Ómnibus, y como excepción en algunas paradas de la ruta o de avenidas habilitadas para ello.
* Circulación de rodados en pésimas condiciones mecánicas.
* Motos y bicicletas circulando entre los autos, camiones y colectivos. A veces en contramano e incluso por las veredas, para sortear tránsitos muy densos.
* Limpiavidrios, vendedores o un sinnúmero de cuentapropistas que se instalan en las esquinas con semáforos, e incluso cuando la luz verde permite la circulación, ante la posibilidad de recoger un óbolo, impiden la normal circulación de vehículos.
* Ante la gran cantidad de vehículos, hay quienes no respetan la delimitación y las velocidades que establecen los carriles en las avenidas e incluso en las calles de una sola mano.
Claro que este listado no está completo. Seguramente los lectores podrán sumar muchos más, extraídos de su propia experiencia e incluso de mayor gravedad que los expuestos.
Sin embargo, queda como síntesis una de las expresiones recogidas de quienes enfrentan todos los días esta problemática, si es que no son también causantes de ella: "El tema es por sobre todo una cuestión de educación y de respetar los derechos de los demás".
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