27/2/09

ESCENARIOS Y OPERACIONES ELECTORALES

Pasen y vean…


Desde ciertos sectores de la prensa se viene anticipando con énfasis que el ciclo Kirchner está transitando el principio de su fin, a la vez que la política doméstica, en todo su amplio espectro, no ha podido sobreponerse al colapso que sufrió en 2001.

Concordaremos entonces, que en verdad no hay mucho para festejar. Las disputas, egoísmos y miserias del sector anti-K resultan por mucho, más preocupantes que los propios problemas que se enfrentan puertas adentro del oficialismo.

Pero más allá de los escenarios y operaciones electorales, todo indica que se va en sentido contrario a la purificación política.

Esto es lo verdaderamente preocupante. Los partidos no alcanzan la anhelada reconstitución y desde la oposición sacan, como magos de su galera, el famoso conejo del fraude, recurrente denuncia apreciada cada vez que se desea instalar la impopularidad de un gobierno, eso sí, una vez que varios nombres hayan cruzado de vereda, para levantar las banderas contrarias al esquema de poder que supuestamente cae en desgracia, y encontrar apoyo en cuanto al “eco” a transmitir, sobre la calidad electoral del sistema.

La última vez que el PJ eligió abiertamente su conducción fue en las internas de Julio de 1988, cuando Antonio Cafiero fue derrotado por Carlos Menem. A partir de allí nunca más fue sometida la decisión a sus bases, voto por voto. El duelo Menem - Duhalde nunca conoció este terreno, y durante los últimos años de la presidencia del riojano, existieron conflictos por la legalidad de los congresos partidarios.


En Enero de 2003, se prohibieron las internas partidarias para elegir la fórmula presidencial, decisión adoptada por Eduardo Duhalde aconsejado por el entonces Ministro de Justicia Juan José Álvarez.


El Congreso de Lanús instauró en el PJ un régimen de prácticas sin el cual hubiesen resultado imposibles los proyectos presidenciales posteriores. Se podría esquivar el triunfo de un candidato produciendo una secesión y postulando a un candidato alternativo que pueda ser oposición al propio partido, y alzarse con la presidencia gracias al ballottage.


En 2003, Kirchner fue el hombre que encontró el PJ para esquivar a un Menem en caída.


En nuestros días, ¿Felipe Solá o Reutemann podrían transformarse en los hombres pensados para hacer lo mismo con Kirchner?. Felipe Solá es un interrogante en sí mismo. Fue una pieza clave del oficialismo pero ahora se levanta en contra de los Kirchner ¿para vengar a sus antiguos adversarios?. ¿Y quienes eran sus adversarios lo aceptan?.


Por su parte, Reutemann está a punto de tomar venganza de las operaciones realizadas desde Balcarce 50 en Santa Fe para desplazarlo del PJ en beneficio de Rafael Bielsa y Agustín Rossi. Si bien podría ser inexacto mencionar a Reutemann como un kirchnerista en retirada, sí fue otro hombre que cayó en ese ciclo de poder. Según señalan, el “Lole” aspiraba a ser candidato de “todo el PJ”, provocando un imaginario acuerdo entre Duhalde y Kirchner una vez sellado su hipotético triunfo en las elecciones de su provincia. Ese plan se topó con la férrea decisión de Kirchner de sostener la candidatura de Rossi y la reticencia del gobierno a cumplir con los compromisos asumidos por Juan Carlos Mazzón para financiar la campaña de Reutemann.


Según comentan, en relación a Octubre, Néstor Kirchner parece haber adoptado en los últimos días una frase que definiría su postura para las elecciones bonaerenses: “Hay que poner toda la carne en el asador”. Esto implicaría que todos los apellidos en danza saldrían a pelear juntos “la madre de todas la batallas” en la provincia.


Si las elecciones fuesen hoy, él se presentaría como candidato a Senador bonaerense, previa renuncia de Eric Calcagno.


Pero no todo es azul en este cielo imaginario. Abrir las discusiones por candidaturas senatoriales puede resultar una ayuda para la nueva “Triple Alianza”, facilitándoles la resolución a la discusión Solá – De Narváez, ya que habría dos boletas para encabezar.


Dentro de este esquema, el conocido como peronismo disidente tiene llegada sobre bastos sectores al que no llegan desde el no-peronismo. Su discurso puede encontrar eco, y hasta encontrar sus propias limitaciones a la vez, en el espacio que la UCR pelea por no perder.


El radicalismo desencantado apuesta, por ahora, a la figura del Vicepresidente Julio Cobos. Figura que no termina de regresar a sus filas partidarias y que tanto molestaría a Elisa Carrió, quien ve en Cobos a un competidor con vistas al 2011.


Por su parte, Carrió coquetea con Carlos Reutemann y aprovecha “la volada” para irritar a Hermes Binner y a los socialistas de Santa Fe, más allá de haber compartido la fórmula con quien será el competidor de Reutemann en Octubre (Rubén Giustiniani). En relación al PRO, Lilita desea no enfrentarse con Michetti por la Diputación nacional, dado que la Vicejefa de Gobierno sigue siendo la figura más sólida desde el punto de vista electoral en el distrito, y para ello intenta lesionar al macrismo tras la aparición de Mauricio Macri con Solá y De Narváez, algo no del todo muy agradable para Michetti.


Si se unifican las elecciones y finalmente la Vicejefa porteña es candidata, como todo lo hace suponer, Carrió no tendría otra alternativa que salir con los “tapones de punta”.


¿De que manera Carrió intentará lesionar la relación Macri-Michetti?.


¿Nuevamente con la nunca probada relación entre Duhalde y el narcotráfico?.


Contener a Michetti, para Macri resulta todo un problema. El mandamás del PRO la necesita para hacer la dupla (ella en la ciudad) con De Narváez en la provincia, descartando en los planes a Felipe Solá a la hora de encabezar la lista nacional bonaerense


En lo que concierne a la provincia de Buenos Aires, la incursión de Mauricio Macri no parece en verdad algo que haya sido muy meditado. Según trascendidos, la decisión de separar a Jorge Macri (su primo) de la conducción del PRO bonaerense, habría sido una reacción del Jefe de Gobierno porteño al dato que señalaba que De Narváez andaba murmurando que “si Mauricio me llama a un acuerdo con Solá, debo concurrir”.


Juanjo Alvarez, adversario del “colo”, fue por su parte el responsable de llevar a Solá a la mesa de Macri. Versiones del núcleo del PRO señalan que luego de la foto de la “Triple Alianza”, Macri se comunicó con su primo Jorge y sin ningún tipo de miramiento le habría dicho: “Quiero que abandones la política”. Frente al lógico “¿por qué?” surgido de del otro lado, Mauricio habría contestado: “Porque estoy cansado de que me vengan a decir que estás rodeado de ladrones”. Jorge Macri habría enmudecido. No podía dar crédito a los que escuchaba.


Fuente: Informe Reservado

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