Las luchas intestinas de la oposición, le dan oxígeno al intendente del 33 %. Lejos de complicarse esa adversidad en el Concejo, la fragmentación de los opositores lo favorece.
¿La convivencia se rompió en el bloque de la UCR. Es la segunda fuerza política, luego de Acción Marplatense. Otro tanto ocurrió con la Concertación Plural con el kirchnerismo y hasta la aparición del “cobismo”, rasgó más la tela de un tapizado, que se ha llenado de manchas.
El presidente del Concejo Deliberante, todo un veterano en estas lides, tuvo dos definiciones que aproximaron el escenario a la realidad: “No creemos en las mayorías automáticas y sí en los consensos” y “esperemos que la política no meta la cola en la gestión”, sostuvo el arquitecto Marcelo Artime.
No le fue mal a Pulti, ha sacado las ordenanzas necesarias, y hasta la falta de mayoría propia le da aire para dar justificaciones, como en el caso de la radicación de grandes superficies comerciales y el enterrado del cableado aéreo del servicio de televisión.
La situación en el bloque del radicalismo, es propia de la falta de liderazgo y conducción política. Todavía no se ha disipado, el venenoso tratamiento de la gestión del arquitecto Katz, inserto en una administración que fue vaciada económica y funcionalmente.
Katz, Porrúa y Pagni, llevaron la voz cantante durante años de la CON (Corriente de Opinión Nacional), fueron oficialismo y opositores al mismo tiempo. Facilitaron y agitaron la caída del ex intendente Aprile, fomentando un estado de desestabilización del hombre de su propio partido.
Ya tenían un dominio práctico de la UCR, el Frente con el cual ganó Katz en el 2003, fue una manera de limitar al radicalismo, que vivía una pesadilla electoral, que sin embargo servía para que en muchas ciudades del país, fueron ganadas por hombres del centenario partido. En ese momento, una columna de militantes recorrió la distancia entre el comité y el bunker donde Katz festejaba su triunfo. La caravana era encabezada por Carlos Martín al grito de “Ruso querido, la UCR está contigo”.
La interpretación de la política, bajo el signo de los negocios personales, electorales y económicos, postergaron la militancia y mellaron de muerte la credibilidad de un grupo político, que entendió la democracia como un tránsito hacia la obtención de bienes, posicionamientos y ocupación de espacios de poder.
“A estos muchachos ya los conozco muy bien, porque los he visto actuar”, los sentenció oportunamente Elisa Carrió.
Katz, como figura excluyente de la UCR e intendente de Mar del Plata, llevó a parte de su partido a la formación de la Concertación Plural, una catapulta que imaginó lo iba a lanzar a jugar las ligas mayores.
La decepción, los desplantes no tardaron en llegar. Hoy se lo aborrece políticamente, tanto dentro como fuera de su partido, y no es una figura incondicional, dentro del incipiente armado del vicepresidente de la Nación Julio Cleto Cobos. Su sola mención genera desconfianzas.
Cómo Margarita Stolbizer puede negociar con Katz, cuando sabe que la ninguneó mal, cuando casi solitariamente levantaba las banderas de la UCR por la Provincia y llegaba a Mar del Plata.
Los desaciertos del ex intendente dejaron a la intemperie al radicalismo. Hoy lo sufren esos siete concejales, que no logran articular una acción común, y encima están dividiéndose, porque no acuerdan una presidencia de un bloque de sólo siete miembros. Es la síntesis de la debacle que se exhibe, cuando por otro lado, se está llamando a una construcción superadora, que gane en el 2009 y derrote al kirchnerismo en el 2011.
A poco más de 180 días de las elecciones, de esta coyuntura disfruta sin proponérselo el intendente Pulti y su Gobierno, quien advierte cómo la oposición camina hacia la autodestrucción, y no aparece un polo que contenga el descontento que pueda generar su administración. Se alimenta de apoyos externos, oficiales y extraoficiales, por ahora le alcanza, es más que suficiente, en la vereda de enfrente, hay una guerra de guerrillas, que además tiene a sus protagonistas confundidos.
Fuente : Jorge Gomez - Mdpphoy
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