Panaderos deben eliminar sustancia cancerígena de sus productos

La medida afecta a las 8 mil panaderías habilitadas que hay en la provincia de Buenos Aires. Las sanciones para los locales que no cumplan con la reglamentación irán desde multas hasta una denuncia penal.
Las 8 mil panaderías de la provincia deberán firmar una declaración jurada en la que se comprometan a no utilizar bromato de potasio, un aditivo empleado en la elaboración del pan que fue catalogado como cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud.
Así quedó establecido ayer en la localidad de Quilmes, donde el ministro de Salud bonaerense Claudio Zin, junto a más de 200 panaderos, oficializó la medida que se venía anunciando desde el año pasado y que será puesta en funcionamiento con la colaboración de la Cámara de Industriales Panaderos, Pasteleros y Afines de la Provincia (Cippa).
Según anunciaron desde la cartera sanitaria, las panaderías que no cumplan con la medida y continúen utilizando esta sustancia en la fabricación de pan y productos de confitería serán sancionadas con multas económicas, clausura del negocio y una denuncia penal.
El bromato de potasio es uno de los aditivos minerales más utilizados en la elaboración de productos de panadería. Se trata de la sustancia que hace que el pan tenga una consistencia crocante, esponjosa y de mayor volumen que si se usaran otros productos. Así y todo, según los especialistas, se lo puede sustituir por otros aditivos.
Desde el año pasado, el Código Alimentario Argentino prohibió su utilización por resultar cancerígeno y causar otros desórdenes en la salud, como insuficiencia renal y trastornos neurológicos.
Para extremar las medidas de seguridad, se estableció que las panaderías se queden con una copia de la declaración de compromiso -que deberá estar expuesta ante los clientes- como también un sticker y un afiche que el Ministerio y la Cámara pondrán en cada local para que el público tome conocimiento de que ese comercio no usa aditivos.
Con respecto a las inspecciones que realizará la cartera sanitaria, se advirtió que se tomarán muestras de los productos alimenticios para efectuar el análisis bromatológico correspondiente en el Laboratorio Central de Salud Pública.
Por su parte la Cámara de Panaderos se comprometió a ofrecer información al Ministerio sobre los lugares no habilitados o que presenten irregularidades en la comercialización de productos. Según estimó la Federación Argentina de la Industria del Pan y Afines en nuestro país, el 40% de la producción panadera se encuentra en la ilegalidad.
El ministro Zin remarcó que “el uso del bromato de potasio en los productos de panadería están prohibidos en Argentina y quienes los utilicen serán pasibles de la clausura de su negocio y la posterior denuncia penal”. Además solicitó a la población que “sólo compre pan en lugares habilitados”.
La Cippa opinó al respecto que “la principal manifestación de la ilegalidad se encuentra en el accionar inescrupuloso de quienes usan aditivos prohibidos dentro de su habitual metodología de bajar costos, a lo que se suma la compra de materia prima en negro de dudosa procedencia cerrando un círculo que se busca definitivamente erradicar”.
Por ello instó a “comprar pan solamente en las panaderías y despachos habilitados”.
Antecedentes
En octubre del año pasado el ministro Zin firmó un convenio con la Cippa para erradicar de manera definitiva el uso de aditivos no permitidos -como el bromato de potasio-, las grasas trans y el exceso de sal común para preservar la salud de los consumidores.
En ese momento el titular de la Cippa, Rubén Salvio, había declarado que “nosotros vamos a realizar una campaña de concienciación para informar sobre la importancia de suprimir el bromato y a favor de la fortificación en las harinas y el uso de aditivos sanos, que cumplen la misma función que los prohibidos".
Además había asegurado que “sin sal y sin grasas trans en el pan se evita la hipertensión, el aumento del colesterol y problemas cardíacos, que últimamente afectan también a los jóvenes, y lo pueden consumir sin problemas las embarazadas".
Como uno de los antecedentes de denuncias sobre fabricación de productos alimenticios con bromato de potasio se encuentra la ciudad de Mar del Plata, donde a fines de 2006 la Federación de Panaderos reveló que se vendían por día unos 40 mil kilos de pan elaborados con esa sustancia.
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