Ahora definen si deja el Gobierno
Dijo que el kirchnerismo "no escucha a la gente". Anoche evaluaban pedirle la renuncia
El director de la Agencia de Recaudación bonaerense (Arba), Santiago Montoya, quedó ayer en el ojo de la tormenta por declaraciones en las que afirmó que el oficialismo "perdió la capacidad de escuchar a la sociedad, a los líderes opositores, a los distintos sectores sociales y productivos del país", para fundamentar una expresa negativa a ser candidato a concejal en el municipio de San Isidro.
Anoche cobraba fuerza la posibilidad de que deje el gabinete de Daniel Scioli.
Mientras fuentes calificadas mostraban a Montoya como dispuesto a no renunciar pese al conflicto político en el que quedó envuelto, voceros de la Gobernación indicaban que Scioli evaluaba reclamarle su alejamiento.
Mientras fuentes calificadas mostraban a Montoya como dispuesto a no renunciar pese al conflicto político en el que quedó envuelto, voceros de la Gobernación indicaban que Scioli evaluaba reclamarle su alejamiento.
Uno de los hechos que agravó la situación del siempre polémico funcionario a cargo de la recaudación de impuestos de la Provincia, fue que, dado el revuelo que generaron sus críticas al kirchnerismo -en las que dejó solamente a salvo al Gobernador-.
Montoya emitió por la noche un nuevo comunicado, presuntamente rectificatorio de sus dichos, pero se trató de una suerte de retractación parcial, en la que ratificó los aspectos centrales de su primera declaración.
ANTECEDENTES
Montoya encendió la polémica a la mañana, cuando salió al cruce de una versión que daba cuenta de que sería candidato a concejal por San Isidro, en el marco de las postulaciones "testimoniales" que impulsa el kirchnerismo. A través de un comunicado, descartó esa alternativa y, sin hacer nombres, criticó al gobierno nacional y al ex presidente Néstor Kirchner. Horas después, cuando ya eran conocidas las versiones sobre el malestar que habían provocado en la Casa Rosada y en Olivos esas declaraciones, emitió un nuevo comunicado en el que, sin embargo, ratificó las críticas.
Pero en realidad Montoya venía acumulando actitudes y dichos que generaban escozor en las cumbres del kirchnerismo y aún en otros ámbitos.
El primero fue el año pasado, cuando Arba dispuso el embargo de dos aviones de Aerolíneas Argentinas; el segundo fue hace tres semanas, cuando dijo que le resultaba "incomprensible" que "no se consulte a Felipe Solá en medio de esta crisis"; y el más reciente fue hace unos días, cuando ante las versiones de que podría ser candidato a diputado provincial, aseguró que no pensaba tomarse "vacaciones en la Legislatura", definición ésta que generó reclamos de los legisladores del oficialismo a Scioli.
COMUNICADOS AL POR MAYOR
En ese marco, Montoya emitió ayer por la mañana un comunicado que lo dejó con un pie afuera del Gobierno. Allí, el titular de Arba salió al cruce de su posible candidatura "testimonial" a concejal por San Isidro y criticó al oficialismo.
"Siento que en los últimos tiempos desde el oficialismo hemos perdido parte de la capacidad de escuchar a la sociedad, a los líderes opositores, a los distintos sectores sociales y productivos del país", sostuvo en su carta.
El recaudador también afirmó que Scioli es "el líder que, desde este espacio político, tiene la mayor capacidad de escuchar y articular intereses políticos y sectoriales con vistas a encontrar el mejor destino para la Patria en estos tiempos tan difíciles".
Además, decía: "sé lo que no voy a hacer, no voy a ser candidato a concejal de San Isidro".
La carta -titulada "Comunicado político personal"- provocó un profundo malestar en la Casa Rosada y el propio Montoya dijo a la tarde que "ante la polémica que se ha armado", saldría a hacer algunas "aclaraciones". Pero advirtió que no pensaba renunciar.
La carta -titulada "Comunicado político personal"- provocó un profundo malestar en la Casa Rosada y el propio Montoya dijo a la tarde que "ante la polémica que se ha armado", saldría a hacer algunas "aclaraciones". Pero advirtió que no pensaba renunciar.
A la noche, finalmente, Montoya emitió un nuevo comunicado en el que expresó que lamentaba "profundamente los malentendidos" producidos a partir de las versiones sobre su posible candidatura a concejal que, según aclaró, "nunca" le fue formalmente ofrecida.
Sin embargo, a pesar de que la segunda carta tenía el presunto objetivo de remedar las críticas al oficialismo, Montoya no sólo no se disculpó por eso sino que, por el contrario, redobló la apuesta. "Insisto, y amplío, mi opinión autocrítica acerca de la política nacional y la necesidad de escuchar más a la gente", afirmó.
Montoya destacó que su "compromiso" con "la gobernabilidad de la provincia de Buenos Aires y del país en este tiempo tormentoso es total" y dijo, en un nuevo modo de indicar que no será candidato a concejal, que su "mejor aporte" es a través de su tarea al frente de Arba.
Lejos de calmar los ánimos, la segunda carta los enervó y su continuidad en el gobierno provincial anoche pendía de un hilo. En el entorno de Montoya aseguraban, sin embargo, que "nadie le pidió la renuncia".
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