La pobreza llega a 37%, igual que en 2001
Notable revelación del investigador Ernesto Kritz, fundador y director de SEL Consultores, especialista en empleo y salarios. Durante un almuerzo en la Fundación Mediterránea, en Córdoba, dijo que en el Gran Buenos Aires, la pobreza ya tiene picos de 49%. ¿Cuál es el 'éxito' del kirchnerismo?
La desaceleración en la creación de empleo –seguida de la destrucción de puestos laborales– y la presión inflacionaria han vuelto a sumergir en la miseria a millones de argentinos, y según el economista Ernesto Kritz, el nivel de pobreza ha retornado a los índices de 2001.
La desaceleración en la creación de empleo –seguida de la destrucción de puestos laborales– y la presión inflacionaria han vuelto a sumergir en la miseria a millones de argentinos, y según el economista Ernesto Kritz, el nivel de pobreza ha retornado a los índices de 2001.
En el marco del almuerzo de trabajo organizado ayer por la Fundación Mediterránea, el director ejecutivo de SEL Consultores aseguró que la pobreza ya trepó “a 37% en el Gran Buenos Aires, es decir, igual que en mayo de 2001 y mayor al promedio de la década de 1990”. Ese registro llega a 45% en el sector informal de la economía, en el cual la indigencia asciende a 17%.
Laura González escribió, a propósito de las cifras de Kritz: "Creemos que todavía tenemos una gran clase media, que la educación es una palanca imbatible para garantizar el ascenso social y que nuestros campos podrían darle de comer a 300 millones de personas. Pero 2 de cada 10 adolescentes de entre 13 y 17 años no estudian ni trabajan, el 62% de los argentinos no tiene cloacas, el 58% no tiene gas natural y el 33% carece de agua potable". Incluso, el fenómeno manifiesta una especie de crecimiento radial, ya que crece en la periferia bonaerense mientras más lejos se está del puerto.
La medición choca con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), con datos que corroen el discurso oficial de la redistribución social.
La diferencia se explica por la manipulación en los valores de la canasta básica, “que al ser subestimados, no reflejan fielmente por dónde pasan las líneas de pobreza e indigencia”, indicó Kritz.
El especialista sostuvo que en 2003, cuando Néstor Kirchner llegó al poder, la pobreza afectaba a más de 18 millones de argentinos, nivel que logró reducirse a 10 millones hacia fines de 2006.
Pero a partir de 2007, 1 de cada 4 argentinos que había salido de la pobreza volvió a esa situación.
El 10% de la población más rica gana hoy 33 veces más que 10% más pobre. La brecha es mejor que en 2003, pero peor que 20 años atrás.“A la salida de cada crisis, el piso de la pobreza siempre ha sido mayor”, dijo Kritz.
El 10% de la población más rica gana hoy 33 veces más que 10% más pobre. La brecha es mejor que en 2003, pero peor que 20 años atrás.“A la salida de cada crisis, el piso de la pobreza siempre ha sido mayor”, dijo Kritz.
En otras palabras: la Argentina es cada vez más pobre, más desigual y más ineficiente en el gasto social.
Bastaron apenas unos meses de crisis para que 37 de cada 100 argentinos volvieran a caer en la pobreza, luego de uno de los períodos de bonanza más espectacular que registre la historia y que permitió sacar de esa situación a 10 millones de personas.
Bastaron apenas unos meses de crisis para que 37 de cada 100 argentinos volvieran a caer en la pobreza, luego de uno de los períodos de bonanza más espectacular que registre la historia y que permitió sacar de esa situación a 10 millones de personas.
Por la informalidad laboral, en los hogares más pobres, el 60% de los chicos menores de 18 años no recibe ayuda del Estado; mientras que en el 97% de los más ricos todo chico recibe algo.
La estadística es vergonzosa: en 20% de los hogares más pobres, casi la mitad de los menores de 18 años no recibe ningún tipo de asistencia, mientras que en las familias más ricas, el nivel de chicos “desatendidos” es casi inexistente. Kritz advirtió que, al manipular los datos de la pobreza, “cayó casi 30% el gasto en planes sociales en 2 años”.
Con datos que coinciden con los resultados de la encuesta del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, Kritz señaló que la tasa de desempleo es de 10,4% en Buenos Aires y de 12,3% en el conurbano, con picos de hasta 17,8%.
El dato más preocupante es que el índice de desocupación llega a 21% en el sector informal. “7 de cada 10 desocupados proviene de ese sector y el 75% no alcanza a completar 1 año de trabajo”, indicó Kritz, quien agregó, basado en datos del Indec, que se perdieron 100.000 puestos de trabajo sólo en la industria y la construcción.
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