8/9/09

EL ESCÁNDALO DE LOS MEDICAMENTOS

El efecto Oyarbide acelera el avance del kirchnerismo sobre Scioli
Balestrini, Randazzo y Stornelli controlan la situación en la provincia.
Al revelar la existencia de fluidas comunicaciones telefónicas entre Néstor Osvaldo Lorenzo y el renunciado Subsecretario de Control y Fiscalización Sanitaria de Buenos Aires, Alberto Costa, el Juez Federal Norberto Oyarbide desató un nuevo capítulo de la crisis política que envuelve la relación entre Néstor Kirchner y Daniel Scioli.

Autor: Carlos Tórtora y Guillermo Cherashny

La reacción del ex presidente fue simétrica al violento relevo del Ministro de Asuntos Agrarios Emilio Monzó y su reemplazo por el intendente de Chivilcoy, Ariel Franetovich, un incondicional del Ministro del Interior Florencio Randazzo. La receta K fue la misma: Silvia Caballero, la diputada provincial que reemplaza a Costa, es la esposa del intendente de Lamadrid, Juan Carlos Pellita, otro randazista. Tanto Franetovich como Caballero son ajenos al equipo de Scioli, que se va convirtiendo gradualmente en un mandatario de cartón.

Una trama que el gobernador no controla estaría tomando el timón de la provincia. Mientras Randazzo coloca uno tras otro interventores en las áreas claves del gobierno, el gobernador in pectore Alberto Balestrini coordina desde su despacho en el Senado un gabinete paralelo con los que acompañaron a Randazzo durante su gestión como Ministro de Gobierno de Solá. Allí trabajan Jorge Maltheus, ex Secretario de Medios; Gerardo Otero, ex Ministro de Economía; Eduardo Di Rocco, ex Ministro de Justicia; José María González Fernández, Ex Secretario General de la Gobernación y Carlos Martínez, ex Asesor General.

El tándem Randazzo-Balestrini tendría entonces a su cargo la intervención del poder ejecutivo provincial para evitar que Olivos pierda el control de la situación. Como brazo armado de la operación actuaría el Ministro de Seguridad Carlos Stornelli, cuyo fracaso en la gestión lo obliga cada vez más a ampararse bajo el paraguas K. Los vínculos entre Randazzo y Stornelli son fluidos: el ex Subsecretario de Seguridad de León Arslanián y actual Director de Migraciones, Martín Arias Duval, funcionaría como enlace entre ambos funcionarios. A su vez, los comisarios Cocimarro y Brito, integrantes del “grupo Chivilcoy” que respondían a Randazzo, fueron premiados con jefaturas departamentales. La lealtad de Stornelli al kirchnerismo tiene una explicación. Su arribo al Ministerio de Seguridad bonaerense fue parte de una recordada operación oficial para dejar sin juez y sin fiscal al caso Skanska, lo que paralizó su trámite durante largos meses. Stornelli fue premiado con el Ministerio de Seguridad de Scioli y Guillermo Montenegro con la misma cartera, ungido por Mauricio Macri. Tres meses antes, en julio del 2007, Mauricio Macri les pidió a ambos que integraran -ad honorem- la comisión de seguridad de Boca.

Control de daños

Las coincidencias también se dan en otros campos. La consultora A.R. -presidida por Alejandra Rafuls- se especializa en operaciones mediáticas para contrarrestar campañas. Lo que en la jerga de los medios se conoce como empresa de control de daños. A.R. se hizo cargo de la campaña de medios de Daniel Scioli durante la última campaña electoral, aparentemente por orden directa de Kirchner. También sigue la línea Stornelli-Montenegro, porque otro de sus clientes más distinguidos es la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y -más significativamente todavía- A.R. lleva adelante la contracampaña de Juan José Zanola, Presidente de la Asociación Bancaria, para hacer frente a las acusaciones de Perfil y otros medios acerca de la utilización masiva de remedios truchos y hasta drogas oncológicas adulteradas por parte de la obra social de los bancarios. En otras palabras: la principal operadora de medios de Scioli y Macri es la que trata de atenuar los efectos mediáticos de la investigación de Oyarbide.

Más coincidencias

Ricardo Monner Sanz había denunciado ante la justicia que Néstor Lorenzo era aportante a la campaña presidencial de CFK de la suma de 945.000 pesos. La droguería San Javier, propiedad de aquél y ahora implicada en la venta de remedios falsos a la obra social bancaria entre otras, también tuvo su rol internacional. Un año y medio atrás, San Javier, por gestión de su presidente Carlos Torres, firmó un convenio con las autoridades venezolanas para la venta a ese país de un laboratorio de biotecnología.

A su vez, el ex Superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, principal responsable de la arquitectura de lavado de dinero que se realizó mediante aportes ficticios a la campaña presidencial de CFK, es hoy director general de TV Gambling, un programa de juegos que se emite por Multicanal. Los dueños del emprendimiento serían Andrés Mautone y Ángel Dederici, dos bingueros del conurbano de excelentes relaciones con Norberto Pelusso, el presidente de Lotería y Casinos de Buenos Aires que está por dejar su despacho sospechado de negociaciones incompatibles con la función pública.

Por último, a Claudio Zin no le resultará demasiado fácil desvincularse del colapso de su subordinado Costa. El diputado provincial Sebastián Cinquerrui denunció que un año atrás el Ministro de Salud habilitó un establecimiento patrocinado por Néstor Lorenzo, pese a conocer los antecedentes de éste.

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