8/9/09

EL ESPEJO EN QUE NO NOS MIRAMOS

MIENTRAS EN ARGENTINA DESARMAMOS NUESTRA DEFENSA

INTENTANDO DESARMAR NUESTRA FUERZA DE SUBMARINOS DESALOJANDO SU BASE EN MAR DEL PLATA .
FRANCIA TRANSFERIRA TECNOLOGÍA ARMAMENTISTICA A BRASIL

LA IMPORTANCIA DE LAS BASES DE SUBMARINOS EN EL CONTROL DEL ATLÁNTICO

El parlamento brasileño autorizó a Lula da Silva a gastar 8.500 millones de dólares (6.080 millones de euros) para adquirir en Francia 5 submarinos, uno de ellos nuclear, y 50 helicópteros.

Lula anticipó ayer que podría cerrar un tercer negocio con el presidente Nicolás Sarkozy, quien visitará Brasilia el domingo y lunes próximos. Se trata de la compra de 36 aviones cazas por otros 4.000 millones de dólares. En este último caso, todo va a depender de que la empresa francesa Dassault, fabricante del Rafale, acepte transferir tecnología, tal como ya se pactó en los otros dos encargos.

Los helicópteros serán provistos por el consorcio Helibras y Eurocopter entre 2010 y 2016. En cuanto a los submarinos, el proyecto prevé la construcción de un Scorpene nuclear cuya carcasa e instrumental de precisión serán franceses y la planta atómica propulsión brasileña. En los cazas, Dassault compite por ahora con aviones Gripen de la sueca Saab y el F/A18 Super Hornet de la norteamericana Boeing. Según declaró Lula, Brasil decidirá las compras de armas sofisticadas en función de las transferencias tecnológicas que permitan fabricar partes y piezas en empresas brasileñas. Dijo que hasta ahora "Francia es el único país importante dispuesto a discutir ese tema con nosotros".

Esta preferencia brasileña por Francia se consolidó durante la visita de Sarkozy a Brasil a fines del año pasado, cuando se firmó un acuerdo para una asociación estratégica en defensa.

La disponibilidad de los recursos fue votada en tiempo record por el Senado: fue antes de ayer y en apenas 48 horas. La financiación para los submarinos proviene de un consorcio de bancos franceses conformados por el BNP Paribas, por el Societé Générale, por el Calyon, el Credit Industriel et Commercial, el Natixis y el español Santander. La presencia de este último se debe a que partes del Scorpene son fabricadas en España.

Cuando se lee la historia de la participación brasileña en la Segunda Guerra Mundial se puede entender por qué la insistencia de contar con submarinos que patrullen el extenso litoral atlántico. Brasil entró en guerra con el Eje en enero de 1942 . Fue Getulio Vargas quien promovió la ruptura de la neutralidad a favor de EE.UU. a pesar de la oposición de dos vecinos importantes: Argentina y Chile y de los generales brasileños que sabían que Brasil no contaba con el equipamiento necesario para enfrentar a la alianza alemana e italiana que actuaba en el Atlántico. La promesa de ayuda del norteamericano Roosevelt se demoró mucho y decenas de cargueros brasileños fueron hundidos por la marina germánica.


Las épocas son bien diferentes. Y las necesidades también. Pero en las decisiones militares hay raíces históricas. Hoy tienen objetivos precisos. Uno de ellos es, justamente, preservar de una eventual actitud "invasora" sobre las cantidades enormes de petróleo (estimadas como mínimo en 14.000 millones de barriles de crudo de la mejor calidad) distribuidas en la costa que va desde San Pablo a Espírito Santo. Petrobras ha dicho que esa línea de reservorios continúa más al sur del estado paulista. Incluso, se habla de cuencas en la plataforma marina uruguaya y argentina.

De ahí la preocupación de Brasil por las bases militares en Colombia. Eso explica la celeridad del Congreso en resolver la cuestión financiera que permita equipar la Marina, la Aeronáutica y el Ejército del país.

En ese marco se incluye el nuevo negocio en ciernes: el de los cazabombarderos. La preferencia por Francia no es una cuestión de alianza geopolítica: para ambas partes implica un negocio. En un caso es dinero y en el otro es militar.

Lula fue clarísimo en las declaraciones dadas a la francesa TV5, en una entrevista exclusiva a la que indicó que su país, por el tamaño que tiene (y las consecuentes necesidades de defensa), aspira a contar con la tecnología armamentística más avanzada. Eso sólo se hace con transferencias de conocimientos.
LA DEFENSA EN ARGENTINA
Según supo DyN de fuentes del Estado Mayor Conjunto, la última compra nacional fue de 36 aviones cazabombarderos a los Estados Unidos, en noviembre de 1994, con el objetivo de reemplazar una cantidad similar perdida ante los británicos.
Desde ese momento, la Argentina sólo emplea sus recursos del área de Defensa para el mantenimiento de sus pertrechos.
En ese marco, en noviembre de 2008, la Armada realizó el lanzamiento de un misil Áspide, que fue repotenciado por el Centro de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEFA).
Los antecedentes de compras de armamento, en cambio, se remontan en el tiempo. En 1994, cuando Oscar Camilión era el ministro de Defensa, que la Argentina le compró a los Estados Unidos 36 aviones (32 monoplazas A-4M y 4 biplazas OA-4M), empleados en la guerra de Vietnam, a un costo de 284 millones de dólares, los que luego fueron modernizados por la empresa Lockheed-Martin.
La página web de la Fuerza Aérea indica que la operación apuntó a suplir los 35 aviones perdidos (con 36 pilotos fallecidos) en la Guerra de Malvinas de 1982, con lo cual no se incrementó el patrimonio bélico, sino que se suplieron las pérdidas. Incluso, en noviembre de 2005, se denunció que de esos 36 aviones, alojados en la base de Villa Reynolds, de San Luis, sólo estaban operables "entre siete y diez".
La compra de aviones se vio impulsada, en aquel entonces, por el carácter de aliada extra OTAN de la Argentina y su alineamiento con los Estados Unidos. El presente de la región exhibe un aceleramiento de las compras de armamentos, a un ritmo que comenzó a generar inquietud en el ámbito político sudamericano.
El Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo estimó que la inversión militar sudamericana fue de 34.100 millones de dólares en 2008. En ese contexto, Brasil recibió la visita del presidente francés, Nicolás Sarkozy, para concretar la compra de cinco submarinos, uno de ellos con capacidad nuclear, 36 aviones "cazas" y 51 helicópteros, para la cual gastará 14 mil millones de dólares.
Venezuela, con la gestión de Hugo Chávez, cerró recientemente compras a Rusia y China, de 24 aviones cazas "multifuncionales", 38 helicópteros y 100 mil fusiles de asalto AK-103, los clásicos "Kalashnikov". Su vecino, Colombia, contrarrestó esta ofensiva con la fuerte ayuda militar de los Estados Unidos. Chile y Perú, que mantienen una disputa limítrofe sobre el Océano Pacífico, incrementaron en los últimos años los presupuestos destinados a la adquisición de armamento.
Argentina abandonó en los 90 a Chile y Brasil como hipótesis de conflicto. Consecuentemente y de la mano de sus problemas económicos, dejó de priorizar la modernización de armamento y en la actualidad dedica menos del 1% del Producto Bruto Interno al gasto militar.
Fuentes del Estado Mayor Conjunto consultadas evitaron pronunciarse sobre el desfasaje entre los gastos de los países vecinos y la Argentina: "Las Fuerzas Armadas estamos en el nivel de ejecución, ya no hacemos planteos de abajo hacia arriba", se advirtió. También se calificó como "información reservada" la cantidad de aviones efectivamente operables, del contingente adquirido a los Estados Unidos en 1994, y sólo se indicó que se cuenta con una "versión actualizada" de los mismos, que fueron empleados por los Estados Unidos en la guerra perdida en Vietnam. "Sólo el fuselaje es el mismo" del que llegó de ese país, ya que se modificó "el motor, el sistema de tiro y el de navegación".

No hay comentarios: