Un 2010 con muchos aumentos en las tarifas
La Argentina de hoy ha comenzado a tomar ribetes que hasta hace muy poco tiempo no se veían, y eso se debe a que los bolsillos de los argentinos están cada vez más flacos y no tienen el mismo poder adquisitivo que hasta hace unos años atrás.
Si a eso le sumamos que los impuestos no paran de subir, mientras los salarios se mantienen estables, la indignación de la ciudadanía no tarda en salir, lo que preocupa a los gobernantes por posibles desbordes que estos aumentos tarifarios puedan generar en la población.
Las malas noticias para los ciudadanos no se detienen, y a los problemas económicos que se anuncian que sobrevendrán en la etapa post-crisis financiera internacional, se le suma ahora los incrementos de precios que se anuncian en muchos de los servicios básicos, lo que ha despertado honda queja en los consumidores.
Ya se han anunciado que los combustibles subirán en los próximos meses en el orden del 15 al 20 por ciento, lo que llevará a que los transportes públicos de pasajeros eleven el costo de sus pasajes, así como también los fletes, los taxis y todos los servicios que dependen de la movilidad de algún medio de locomoción.
A esto hay que sumarles los fuertes aumentos que deben sufrir algunos servicios en diferentes provincias del país, donde por ejemplo los santafesinos deberán pagar un 6% más por la electricidad y tendrán que afrontar un incremento que podría ser de un 18 o un 19% en el precio del agua, un porcentaje de aumento similar al que se baraja por estas horas para las boletas de agua en la provincia de Córdoba. Por otra parte, los catamarqueños pagarán un 30% más por el servicio de luz a partir de marzo y el incremento será del 20% para los comercios, y también para los tucumanos, que recibirán un ajuste del 12 por ciento en la factura del agua potable solamente durante el primer semestre del año, que según el gobernador José Alperovich, será usado para la construcción y extensión de la red cloacal provincial.
Pero los aumentos no quedan sólo ahí, sino que también se sufre en la vida diaria, como por ejemplo con la suba que tuvo el servicio de televisión por cable, que en los últimos días se informó que Cablevisión-Multicanal aplicará la suba a partir de febrero y será de 9,4%. En tanto DirecTV tocó sus precios en enero un 6%. El resto de las firmas decidió subas de hasta 7%.
Los colegios privados anuncias subas para este año que rondan entre el 20 y el 50 por ciento, debilitando aún más los bolsillos de la clase media nacional. Además, veranear este año cuesta un 40 por ciento más caro que en el 2009, dejando en claro que en la Argentina de hoy los controles no existen, y cada quien hace lo que quiere con respecto a los precios.
Estas noticias se sumaron al aumento que sufrió el monotributo al comienzo del año que pasó el mínimo de 129 pesos a 219. También hay que reflejar que a principios de diciembre del año pasado, se anunciaron un 20% de aumentos en los pasajes aéreos locales, un 21% de aumentos en los taxis, un incremento en los costos de la medicina privada de alrededor del 15 por ciento, y los pasajes de micros de larga distancia que subieron entre un 15 y un 20% según el destino del país.
Medidas de aumentos tarifarios que han despertado la oposición de toda la ciudadanía, así como también los temores a posibles desbordes que puedan producirse con las poblaciones de distintas provincias, que ya no aguantan más el ahogo que sufren sus bolsillos, y que pondría en jaque a varias administraciones ligadas al gobierno y a la oposición.
Lejos de quedarse calmo el mercado ante la recuperación económica que muestra el país, los consumidores no se recuperan ante la amenaza de fuertes aumentos en impuestos y tarifas. Los incrementos que se vienen y el fantasma de que los mismos sean compulsivos e inalcanzables para el argentino medio
La Argentina de hoy ha comenzado a tomar ribetes que hasta hace muy poco tiempo no se veían, y eso se debe a que los bolsillos de los argentinos están cada vez más flacos y no tienen el mismo poder adquisitivo que hasta hace unos años atrás.
Si a eso le sumamos que los impuestos no paran de subir, mientras los salarios se mantienen estables, la indignación de la ciudadanía no tarda en salir, lo que preocupa a los gobernantes por posibles desbordes que estos aumentos tarifarios puedan generar en la población.
Las malas noticias para los ciudadanos no se detienen, y a los problemas económicos que se anuncian que sobrevendrán en la etapa post-crisis financiera internacional, se le suma ahora los incrementos de precios que se anuncian en muchos de los servicios básicos, lo que ha despertado honda queja en los consumidores.
Ya se han anunciado que los combustibles subirán en los próximos meses en el orden del 15 al 20 por ciento, lo que llevará a que los transportes públicos de pasajeros eleven el costo de sus pasajes, así como también los fletes, los taxis y todos los servicios que dependen de la movilidad de algún medio de locomoción.
A esto hay que sumarles los fuertes aumentos que deben sufrir algunos servicios en diferentes provincias del país, donde por ejemplo los santafesinos deberán pagar un 6% más por la electricidad y tendrán que afrontar un incremento que podría ser de un 18 o un 19% en el precio del agua, un porcentaje de aumento similar al que se baraja por estas horas para las boletas de agua en la provincia de Córdoba. Por otra parte, los catamarqueños pagarán un 30% más por el servicio de luz a partir de marzo y el incremento será del 20% para los comercios, y también para los tucumanos, que recibirán un ajuste del 12 por ciento en la factura del agua potable solamente durante el primer semestre del año, que según el gobernador José Alperovich, será usado para la construcción y extensión de la red cloacal provincial.
Pero los aumentos no quedan sólo ahí, sino que también se sufre en la vida diaria, como por ejemplo con la suba que tuvo el servicio de televisión por cable, que en los últimos días se informó que Cablevisión-Multicanal aplicará la suba a partir de febrero y será de 9,4%. En tanto DirecTV tocó sus precios en enero un 6%. El resto de las firmas decidió subas de hasta 7%.
Los colegios privados anuncias subas para este año que rondan entre el 20 y el 50 por ciento, debilitando aún más los bolsillos de la clase media nacional. Además, veranear este año cuesta un 40 por ciento más caro que en el 2009, dejando en claro que en la Argentina de hoy los controles no existen, y cada quien hace lo que quiere con respecto a los precios.
Estas noticias se sumaron al aumento que sufrió el monotributo al comienzo del año que pasó el mínimo de 129 pesos a 219. También hay que reflejar que a principios de diciembre del año pasado, se anunciaron un 20% de aumentos en los pasajes aéreos locales, un 21% de aumentos en los taxis, un incremento en los costos de la medicina privada de alrededor del 15 por ciento, y los pasajes de micros de larga distancia que subieron entre un 15 y un 20% según el destino del país.
Medidas de aumentos tarifarios que han despertado la oposición de toda la ciudadanía, así como también los temores a posibles desbordes que puedan producirse con las poblaciones de distintas provincias, que ya no aguantan más el ahogo que sufren sus bolsillos, y que pondría en jaque a varias administraciones ligadas al gobierno y a la oposición.
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