Enemigos íntimos
Alfonso Prat Gay se encuentra en medio de un dilema –personal, laboral y político-. El diputado de la Coalición Cívica, luego de criticar y tener un enfrentamiento con Martín Redrado durante seis años, debe evaluar su gestión al frente del Banco Central, pero sufre la disciplina partidaria que le impone Elisa Carrió.
El diputado de la Coalición, mantienen una pelea personal y laboral desde hace seis años con el funcionario desplazado. Ahora, que debe evaluar su desempeño en el Banco Central, sufre la disciplina partidaria de Carrió.
Alfonso Prat Gay se encuentra en medio de un dilema –personal, laboral y político-. El diputado de la Coalición Cívica, luego de criticar y tener un enfrentamiento con Martín Redrado durante seis años, debe evaluar su gestión al frente del Banco Central, pero sufre la disciplina partidaria que le impone Elisa Carrió.
El economista dará su voto en la Comisión Bicameral que dictaminará –de manera no vinculante- sobre la remoción de Redrado al que el Gobierno acusa de “incumplimiento de las funciones públicas” por retrasar la transferencia de reservas del BCRA al Tesoro para pagarle la deuda a los bonistas este año.
Sus allegados insisten que Prat Gay “jamás respaldó la gestión de Redrado y no lo haría ahora tampoco”. Sin embargo, su mirada más técnica de la situación, chocaría con la visión política de Carrió.
Es que la líder de la Coalición analiza el impacto en la opinión pública. Busca con ese dictamen alejarse Julio Cobos, su más acérrimo contrincante en la interna de la oposición. El vicepresidente avalaría el desplazamiento de Redrado, pero intentaría despegarse del Gobierno con fundamentos distintos. Por eso, Lilita quiere que Prat Gay apoye a Redrado, pese a que durante seis años, este funcionario avaló todas las políticas kirchneristas. Quiere dejar solo a Cobos y que quede ante la sociedad como un “traidor”.
"No podemos apartarnos de lo que venimos sosteniendo desde el inicio del conflicto", contó un integrante de la mesa chica de Carrió, según el diario Clarín, y desestimó que la diferenciación a partir de los argumentos resulte suficiente. "Más allá de los motivos, estaría votando por la remoción en línea con el oficialismo. Lo vamos a convencer a Prat Gay", aseguró.
La pelea Redrado-Prat Gay
Las diferencias entre Redrado y Prat Gay no son nuevas, pero sus coincidencias tampoco.
Ambos jóvenes exitosos y economistas brillantes que hicieron doctorados fuera del país, llegaron al Estado de la mano del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo.
Redrado fue nombrado como presidente de la Comisión Nacional de Valores gracias a Cavallo durante el gobierno de Carlos Menem. A Prat Gay, en cambio, lo quiso designar como vicepresidente del Banco Central cuando tenía una feroz pelea con el ex titular de la entidad monetaria, Pedro Pou. Pero fracasó.Cavallo conoció a Prat Gay en uno de sus viajes a Londres, cuando negociaba el Mega Canje durante la gestión de Fernando de la Rúa. Allí el joven economista era uno de los altos ejecutivos de la consultora financiera, JP Morgan, y en una charla informal le confiesa que quiere volver a Buenos Aires. Con esta idea, el ex ministro de Hacienda intenta nombrarlo en el BCRA, pero lo traban y el nombre de Prat Gay queda repicando en los pasillos del edificio de Reconquista al 200.
Luego de la crisis de 2001, resurge y el entonces presidente Eduardo Duhalde lo nombra al frente del Central. Allí avalará las políticas económicas para salir de la crisis y se mantendrá en el cargo en los primeros años de la presidencia de Néstor Kirchner hasta que ya en 2004 el entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, comienza a negociar el canje de deuda con los bonistas.
Irónicamente, esta medida es la que aceleró la salida de Prat Gay del Central. Es que, como ahora, Kirchner decidió avanzar con la renegociación sin consultar a quien custodiaba las reservas argentinas. Y, como ahora, el titular del BCRA le advirtió al Gobierno que el canje estaba mal hecho. Les dijo que atar el cupón al PBI, a la larga iba a llevarlos a tener que intervenir las estadísticas oficiales. Prat Gay tenía razón, pero al patagónico no le importó. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, se metió de lleno en el Indec y hoy nadie toma en serio las cifras del instituto.
Prat Gay se fue del BCRA cuando terminó su mandato y asumió Redrado, quien sí avaló el canje.En esos días de traspaso de gestión, según cuentan fuentes de la entidad monetaria, Redrado hizo circular en el Gobierno indiscreciones de Prat Gay, desde contrataciones hasta agendas. Y ridiculizó el Inflation target, un sistema muy sofisticado para ir administrando inflación que el diputado de la Coalición Cívico quiso implantar en el Central. Kirchner, por supuesto, no lo dejó.Redrado decía que esa propuesta demostraba que Prat Gay no entendía el esquema argentino de precios, el que, según él, depende del nivel de gasto del Estado. Algo que no se puede controlar desde el BCRA.
Fuentes de la entidad analizan que la diferencia entre los dos economistas se basan en que Redrado tiene una mirada más política y Prat Gay más técnica. Habrá que ver si Carrió puede hacer cambiarlo de visión en estos días y que apoye a su enemigo, aunque sea por esta única vez en la Comisión Bicameral.
Fuente: La Politica On Line
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