El cobismo en la mira
Cobos es parte del Gobierno K, pero busca volver a la UCR para ser candidato a presidente. Mantiene una alianza con algunos dirigentes muy cuestionados del centenario partido
Argentina debe ser el único país del mundo que tiene a un vicepresidente, como Julio Cobos, que intenta actuar como jefe de la oposición sin renunciar al cargo. Esta contradicción está ocasionando una severa crisis institucional.
Por eso ayer Cobos fue denunciado penalmente por los presuntos delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad” al haber avalado la media sanción de la ley que modificó el impuesto al Cheque. La denuncia fue presentada ante la Cámara Federal por los abogados Antonio y Darío Liurgo, y se produce en un contexto político en el que Cobos tiene una ambición palpable: ser candidato presidencial por el radicalismo, el partido que traicionó para poder postularse con Cristina Kirchner en las elecciones de 2007.
Cobos busca volver al centenario partido de la mano de algunos dinosaurios de la UCR como Federico Storani y Leopoldo Moreau, que son sindicados por gran parte de los boinas blancas como claros exponentes de la vieja política. Fueron ellos, en definitiva, los que condujeron a que el partido realizara la peor elección de su historia, como fue el 3% de los votos obtenido en 2003.
Lo llamativo es que junto a ellos están trabajando otros personajes como el diputado Daniel Katz, que hace sólo tres años, cuando se sumó a las filas de los radicales K, solía hablar pestes de Moreau y Fredy, y hasta los calificaba como exponentes de la vieja política. Eso no fue todo: Katz realizó una gestión como intendente de Mar del Plata que no fue la mejor: varios de sus funcionarios fueron procesados por la Justicia por presunta corrupción. Los vecinos lo castigaron a Katz en las urnas, ya que su delfín político cayó derrotado en las elecciones comunales de 2007, pese a contar -en ese entonces- con el apoyo del Gobierno nacional.
Este particular equipo es complementado por el intendente del San Isidro, Gustavo Posse, que también busca volver al centenario partido luego de haber cruzado de vereda para sumarse a la aventura K. Posse se hizo famoso el año pasado cuando tuvo una idea muy poco feliz: mandó a construir una pared, como si fuese una suerte de Muro de Berlín, para separar San Fernando de su municipio. La ira de los vecinos no se hizo esperar y, con furia, derribaron el paredón.
Fuente: Diario Hoy
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