POLÍTICA - EL FUTURO DE MAURICIO COMPLICADO

MACRI FUERA DE LA CARRERA PRESIDENCIAL

AUNQUE DIGA LO CONTRARIO Mauricio Macri busca ahora la forma de sobrevivir a la furia kirchnerista, que intenta barrer del mapa político a todos los que pueden competir por la presidencia.

Algo salió mal en el plan Kirchnerista-Macrista, de convertir al Jefe de Gobierno en el ideal contrincante del 2011, asegurándose una fácil victoria ante el ex presidente de Boca Juniors. La falla debería encontrarse en un servicio de inteligencia extranjero que abrumaría al despacho del juzgado con información sobre las escuchas "truchas" del Jefe de Gobierno porteño. Un deporte familiar muy conocido por los integrantes del clan, confirmado por el patriarca Franco en su último reportaje a Any Ventura. La jugada fracasó. Además Ciro James sería el arrepentido de la causa, bajo el aval del mismo servicio de inteligencia. La presión hizo fracasar el plan, y a Kirchner se le cayó un jugador de peso para dispersar al electorado, en busca de su única alternativa: llegar al 40% en primera vuelta.

La oposición de la Ciudad de Buenos Aires, comienza a velar sus armas.
A horas de que Oyarbide firme su procesamiento en la causa de las escuchas ilegales, el jefe de gobierno estaría trabajando con su equipo más íntimo en una estrategia dual. Por un lado, mantendría su campaña mediática, sosteniendo que se presentará el año que viene como candidato a Presidente. El objetivo sería más bien defenderse políticamente del procesamiento, afirmando que Kirchner quiere sacarlo de la carrera presidencial a través de Oyarbide. Pero, en última instancia, todo esto no sería más que una maniobra de distracción, porque el rumbo real de Macri sería otro: tratar de ser reelecto Jefe de Gobierno.

MOTIVOS SOBRAN

Razones no le faltan al jefe del PRO para volver sobre sus pasos. Para empezar, como procesado y en medio de un interminable escándalo, sería casi ridículo para Macri recorrer el país haciendo proselitismo para que en todos lados le pregunten por su procesamiento.

En segundo lugar, el rancho PRO está a punto de incendiarse.

Las secretas negociaciones entre las bancadas opositoras y aun con legisladores díscolos del PRO, preparan un escenario de juicio político para el segundo semestre de este año. Ante esta perspectiva de debacle, Macri tendría decidido en pocos meses más abandonar la carrera presidencial y plantarse para ir por cuatro años más como Jefe de Gobierno. No es la alternativa que prefiere, porque su intención era salirse de la Ciudad dejando su despacho a un hombre suyo. Pero la realidad le jugó en contra.

Entre Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta hay una feroz interna apenas contenida por la gravedad de la ofensiva de Oyarbide. Lo único que todavía podría evitar una crisis en el PRO sería la reelección de Macri, que también serviría en alguna medida para intentar frenar la operación juicio político.

Pero además, hay otros motivos para atrincherarse en la Ciudad. Si el PRO pierde la Capital a manos, por ejemplo, de Pino Solanas o de Adrián Pérez, no sólo Oyarbide podría ocuparse de Macri. Hay cuando menos media docena de temas sensibles que pueden terminar en tribunales, entre ellos la reciente colocación del Bono Tango, el prorrogado contrato de la basura, el reequipamiento de la Policía Metropolitana, etc. Reteniendo el gobierno, el macrismo tiene no sólo poder sino el control de la documentación sobre éstos y otros temas. Estando en el llano, la presión judicial puede volverse mucho más peligrosa.

GANADORES Y PERDEDORES

De confirmarse el retiro del macrismo del escenario nacional, quedaría por verse, por ejemplo, si el PRO puede convertirse en el brazo porteño del Peronismo Federal o si, en cambio, se mantendrá al margen de la disputa presidencial. En la Ciudad sigue vigente la ley que dispone que la elección de Jefe de Gobierno debe celebrarse en fecha separada de las elecciones nacionales. Con esta arma, Macri puede intentar todavía “alambrar” el distrito y tratar de conseguir cuatro años más para recomponer su esquema. Para los más pesimistas, tampoco le alcanzará el oxígeno para esta carrera.

Autor: Luis Nestor Enriquez