Luis Juez:
El arte de la simulación y el engaño
Ayer decíamos que Luis Juez no había aclarado, en su campaña para acceder a su cargo como senador, cómo votaría un proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Pues bien: nos equivocamos. Pedimos disculpas.
Juez ya había anticipado cuál sería su voto sobre este tema: se lo dijo al periódico católico Encuentro en un reportaje, cuyo facsímil acompaña esta nota.
La pregunta del periodista no podría haber sido más clara:
"¿Cómo votaría usted un proyecto de ley que establezca un reconocimiento legal para las uniones de personas del mismo sexo?"
Y la respuesta de Luis Juez también fue muy pero muy precisa, sin lugar para dudas:
"En contra. No me veo votando a favor de una iniciativa de este tipo. Puedo entender que la sociedad haya evolucionado en su forma de pensar, en su forma de vivir y de convivir, pero no me parece que sea una cuestión natural y no me parece natural que uno tenga que legalizar lo que no es natural".
Juez dijo que votaría en contra pero cuando se aproximaba el momento de la votación cambió su posición rotundamente y dijo que votará a favor.
O sea, hará lo contrario de lo que prometió.
Juez ha criticado muchas veces a los políticos argentinos del resto de los partidos y los ha acusado de mendacidad y defraudación, en razón de que muchas veces prometen algo y luego hacen lo contrario.
Juez también los ha acusado de hacer oportunismo, es decir, de salir del paso con promesas que saben que no cumplirán pero que, en el momento en que son pronunciadas, los favorecen aunque más no sea ante quien realiza la pregunta o los requiere sobre algún tema.
Y Juez ha tenido razón en estas críticas.
Pero él ahora está haciendo lo que tanto ha criticado y denostado en sus rivales políticos. Juez ahora está haciendo lo contrario de lo que prometió hacer.
Porque ese reportaje fue realizado y publicado en plena campaña electoral para los comicios a los que Juez se presentó como candidato a senador nacional y ocupó el primer lugar en las preferencias de los cordobeses.
No sabemos cuántos votantes decidieron su voto en función de sus promesas y posiciones políticas.
También ignoramos cuántos hubieran dejado de votarlo si Juez aparecía en ese momento, como lo hace ahora, como un abanderado de la causa del matrimonio entre homosexuales. Pero está claro que lo hecho por él es una defraudación.
Una malversación de los votos que obtuvo diciendo lo contrario a lo que ahora hace.
Si quisiéramos ser más duros en los calificativos podríamos decir, incluso, que se trata de una forma de choreo. Un robo de votos que no le corresponden.
Una estafa que ni siquiera ha valido para que el senador pida disculpas a quienes lo votaron pensando que haría lo contrario a lo que hace.
Lo de Juez es una suerte de travestismo político muy difícil de explicar.
Como él se postula a sí mismo como uno de los exponentes de la "nueva política", de la política frontal, sin pelos en la lengua y sin mentiras ni promesas falsas, sería muy bueno que explicara con todas las letras por qué en su campaña electoral dijo algo que ahora no está dispuesto a cumplir.
Su silencio parece anunciarnos, otra vez, que él está casado con la mentira
Autor: Horacio Lazcano - La Mañana
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