EL PELIGRO OCHENTOSO
UN PACTO DE GOBERNABILIDAD QUE PUEDE TERMINAR EN UNA LICENCIA PARA EL DESPILFARRO
Aunque desmentido por los radicales, no hay dudas de que se sigue negociando bajo cuerda un canje con el gobierno.
La UCR provocaría la caída de Martín Redrado, retirándole el apoyo del Congreso, y el kirchnerismo permitiría que, en sesiones extraordinarias, se trate una reforma del DNU 2010 que creó el Fondo del Bicentenario. También hay dudas acerca de si el radical Miguel Pesce seguiría luego al frente del Banco Central ejecutando la propuesta de Mario Brodersohn de que el Tesoro emita letras compradas por el sector privado, que también tendría efectos inflacionarios. Si bien Pesce ingresó al Central como cobista, ahora coincide plenamente con la propuesta kirchnerista. Es que el joven vicepresidente del Banco central milita desde su juventud en el progresismo y está identificado con la política económica del alfonsinismo. Y uno de sus principales representantes fue sin duda Brodersohn, que sigue siendo el economista más escuchado por el bloque radical. A su vez, el ex senador Raúl Baglini es el asesor económico del cobismo y no se sabe si todavía piensa igual que en los ochenta.
Es necesario darle una nueva oportunidad al radicalismo para ver si evolucionó en sus ideas. Un signo positivo fueron las palabras del diputado radical Luis Tunesi en la reunión de la Comisión Revisora de los DNU, cuando sugirió que el gobierno vaya al FMI, normalice el INDEC y después arregle con los holdouts y el Club de París. Pero no parece ser el discurso mayoritario del radicalismo. Una parte importante de la dirigencia de la UCR está convencida de que el 2011 es suyo y que hay que hacer lo imposible para que CFK llegue como sea al 2011. En ese “como sea” se incluye facilitarle al gobierno que aumente el gasto como quiera, aunque sin desprolijidades como el Fondo del Bicentenario. La búsqueda de la gobernabilidad vendría acompañada de cierta permisividad para que siga el despilfarro. Esta posición que no comparten Elisa Carrió y Alfonso Pratt Gay y el peronismo disidente, de acuerdo a la opinión de Felipe Solá y Dante Camaño.
Tres fondos
El domingo, en el diario Perfil, el economista Carlos Melconian señala que el gobierno necesita 3 fondos del bicentenario para cumplir los compromisos de este año. Agrega que el primero es de U$S 6.500 millones de dólares para compromisos externos y después se necesitarán cerca de 50.000 millones en pesos para cubrir el déficit fiscal proyectado del 2010, entre los que incluye unos 17.000 millones de pesos de la deuda flotante con proveedores, la mayoría de ellos certificados impagos de obra pública y subsidios al transporte ferroviario y automotor.
En verdad, si el radicalismo quiere que el gobierno vaya al congreso para que le faciliten semejante dineral, que pondría la inflación cerca del 30% anual, sería un verdadero disparate y se ingresaría en una espiral inflacionaria similar a la de los años ochenta. Por lo cual, hay que analizar dos aspectos del acuerdo radical-kirchnerista en marcha. Sería grave que se haga a espaldas de la sociedad. Pero aun cuando se pacte a la luz del día, sería desastroso para la economía del país. Los que lo firmen pueden quedar destinados a perder las elecciones del 2011 y desprestigiar aún más a la política ante la opinión de la gente.
Autor: Guillermo Cherashny - Fuente: Informador Público
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