POLÍTICA - LAS DUDAS DEL COLORADO

Jugadas poco claras

De Narváez marca la cancha provincial,

pero quiere ser presidente

El diputado del PJ disidente dijo que será candidato a gobernador para intentar calmar a su tropa en la Provincia. Sin embargo su principal estrategia continúa siendo ir por la Rosada, para suceder a Cristina Fernández de Kirchner

"Voy a ser candidato en la provincia de Buenos Aires por el justicialismo”, dijo el lunes el diputado nacional Francisco De Narváez. Y su tropa bonaerense sintió algo de alivio. Pero acaso “El Colorado” haya cruzado los dedos para lanzar ese anuncio.

A no confundirse: el hombre quiere pelear por la presidencia de la Nación en las elecciones de 2011. Y trabaja para eso. Y gasta mucho en ese objetivo. Y mantiene a un ejército con dedicación full time con ese horizonte.

En efecto, la frase que lanzó en la apertura del primer local porteño de Unión Celeste y Blanco choca de frente contra la certeza que domina los salones clásicos y modernos de la impresionante casona de Las Cañitas, que funciona como cuartel general de la campaña De Narváez 2011, que también podría llamarse De Narváez Presidente. Pero tiene sus razones de ser.
En las últimas semanas, De Narváez ha dejado que circule y que crezca, a pesar del brote de ira que causa en sus (ex) socios Mauricio Macri y Felipe Solá, la especulación acerca de sus planes para el próximo turno electoral. Y la semana pasada habló con una periodista de un diario nacional para alimentar una nota -supuestamente construida con “fuentes cercanas” al diputado nacional- que abona, a partir de un profuso lujo de detalles, la teoría del plan “Colorado Presidente”.

Acaso por recomendación del veterano periodista que le arma la estrategia de medios, el diputado proveyó al diario -el que saca de las casillas a los Kirchner- de los nombres de cada uno de los técnicos que conducen sus equipos y trabajan en el diseño de un plan de gobierno para el país. Y adelantó algunas paradas de la gira nacional que iniciará próximamente por el interior para, precisamente, fortalecer su imagen de figura con estatura nacional.

De Narváez está convencido de que debe dar la pelea grande. Dice que él le ganó a Néstor Kirchner en la Provincia y que ese trofeo lo convierte en el único capaz de derrotar al Gobierno en una pulseada nacional. Y no está dispuesto a dejarle ese lugar a Macri, que viene a los tumbos en su gestión; a Eduardo Duhalde, con quien no resolvió las cuitas que quedaron como saldo de la campaña de 2009 y de quien considera que es el pasado, ni al santafesino Carlos Reutemann, el más indeciso de los presidenciables que ha dado la historia política argentina contemporánea.

La nota en el diario nacional del domingo “salió redondita”, evaluaron en el caserón de tres pisos de Las Cañitas, últimamente muy parecido a un local de electrodomésticos en la previa de un mundial, por la sobrepoblación de plasmas. Pero fue la gota que rebasó el vaso en los menos coquetos rincones del conurbano bonaerense y en las alfombras un tanto más gastadas de la Legislatura provincial.

Allí, los hombres de “El Colorado” ya le habían manifestado al jefe, con elegancia pero también con creciente insistencia, su malestar por la posibilidad de que el diputado los deje huérfanos de candidato en la Provincia y, por tanto, con sus carreras políticas -y sus bancas y sus liderazgos territoriales- en un limbo. Un reclamo con varios epicentros, coincidentes con los distritos donde sus legisladores provinciales se preparan para competir por las intendencias, como los casos de Lomas de Zamora, Avellaneda, Dolores y La Plata.

“Por ahora, va a hacer equilibrio, con una pata en cada camalote, hasta que la Corte y las cartas de los demás jugadores le indiquen sobre cuál navegar hasta 2011”, graficó un incondicional del diputado, y aclaró: “Pero si me preguntás qué quiere, olvidate: cien por ciento la Casa Rosada”.

Advertencia

Viejos zorros de la política bonaerense le habrían advertido a De Narváez en las últimas horas que, en épocas preelectorales de alineamientos y realineamientos -y más aún en tiempos de alta volatilidad política como los que corren desde la crisis de 2001-, las lealtades son tan livianas como las promesas. Y lo habrían convencido de dar una señal contundente a los que le cuidan el fuerte y reclutan soldados en la profundidad de la Provincia.
No sólo eso. “Además, sabe, aunque esté agrandado, que el escollo constitucional que presenta su candidatura presidencial por no haber nacido en el país lo obliga a no descuidar el plan De Narváez Gobernador”, explica un miembro del equipo de cerebros del diputado. Y redondea: “Francisco no puede bajar esa hipótesis del escenario y no puede dejar de marcarles la cancha a (el gobernador, Daniel) Scioli ni a (el intendente de Tigre, Sergio) Massa, que aparecen fuertes en la oferta peronista para la Provincia”.

El Colorado y Mauricio, tan lejos y tan cerca

Luego de que Francisco De Narváez anunció que será candidato a gobernador, se movió el tablero político de la alianza Unión-PRO entre el empresario y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri. Mientras en la Legislatura bonaerense se mantendrá la unidad, los legisladores porteños De Narváez, Daniel Amoroso y Mónica Lubertino ya preparan la ruptura con el PRO.

De Narváez desató una cadena de confesiones en el agrietado Unión-PRO. Le siguió la diputada nacional Gabriela Micchetti. “Puede ser que sea candidata a jefa de gobierno si Mauricio (Macri) es candidato a presidente. No lo tengo definido, lo voy a hacer este año, pero voy a prepararme para eso”, dijo la ex vice de Macri, que es la carta que tiene preparada el PRO para pasar a la Provincia en caso de ruptura con De Narváez.

Por otro lado, la diputada nacional macrista, Gladys González, celebró el anuncio del Colorado. “Su decisión de ir por la provincia de Buenos Aires es exactamente lo que la gente votó el 28 de junio y el compromiso que asumimos”, afirmó la legisladora en un comunicado. Y agregó: “Nuestro proyecto es Mauricio Macri presidente y Francisco de Narváez gobernador”.

En el bloque de diputados bonaerenses de Unión-PRO apuestan a la unidad a pesar de la ruptura en Capital. “Vamos a seguir trabajando juntos para cumplir con el mandato que nos dio la gente el 28 de junio”, dijo a Hoy el diputado macrista Ramiro Tagliaferro, uno de los 16 de esa bancada.