12/11/10

MAR DEL PLATA - POLICIAS PRESOS

El Peaje para matar : 280 Pesos !!
Caso Dardo Molina
Zonas liberadas y Peajes


Policías acusados de pactar con la delincuencia irán a la cárcel


A los policías Miguel Parrado y Jorge Camargo se les atribuye haber detenido a “Tatan” Santucho, que baleó al comerciante, y ponerlo en libertad tras sacarle $ 280 y un arma


ZORROS CUIDANDO EL GALLINERO
Al considerar probada la responsabilidad de los dos efectivos policiales de la comisaría sexta acusados de actuar como cómplices de la delincuencia en aquella jurisdicción, la justicia de Garantías los puso bajo prisión preventiva. El hecho, como es sabido, surgió en el marco de la investigación que se lleva a cabo por el violento ataque al comerciante Dardo Miguel Molina (42), que resultó herido de un tiro en la cabeza durante un asalto en su negocio de Luro y 190, el pasado 22 de setiembre.
Dicha resolución, dictada por el juez Saúl Roberto Errandonea, alcanza a los suboficiales Miguel Rolando Parrado (33) y Jorge Luis Camargo (42), sobre quienes pesan cargo por mantener liberado el accionar delictivo en la zona donde ocurrió el caso Molina. Incluso quien a la postre fue sindicado como el autor del hecho, Juan Sebastián Santucho (24), alias “Tatán”, había sido detenido minutos antes por los imputados y puesto en libertad.

Los dos policías están acusados de “Incumplimiento de los deberes de funcionario público, peculado, y encubrimiento doblemente agravado”, causa que investiga el fiscal Mariano Martín Moyano. Cabe mencionar que en su momento el juez Errandonea rechazó el pedido de excarcelación de los uniformados, medida que fue confirmada por la Cámara Penal, Sala Segunda.


LOS LLEVAN A PRISIÓN

Al dictarles la prisión preventiva, el magistrado ordenó el traslado de los efectivos a la cárcel de Batán, donde permanecen alojados en el pabellón de refugiados. Hasta el momento se hallaban presos en el Destacamento Playa Serena, desde el 8 de octubre cuando fueron aprehendidos en el momento en que se presentaban a tomar servicios en la seccional de República del Líbano y 11 de Septiembre. Cabe recordar que al ser indagados, ambos se negaron a prestar declaración. Parrado con el patrocinio por la abogada particular Patricia Stadler, y Camargo bajo la asistencia de la defensora oficial María Carla Auad. Las dos defensoras fueron notificadas del auto de procesamiento por la secretarial del Juzgado, doctora Rosa Frende.

Como consecuencia de este hecho, como se informó, el jefe de la policía local, Osvaldo Castelli -que en la oportunidad calificó como “brillante” la labor investigativa del fiscal Moyano--, dispuso relevar al entonces jefe de la Distrital Norte, Roberto Roldán, designando en su lugar al comisario inspector Carlos Cernadas. También se cambió al titular de la sexta, Aníbal Pereyra, por el comisario Enzo Gasparini.

CÓMPLICES DE LA DELINCUENCIA

Dardo Molina, como se sabe, fue herido de un tiro en la cabeza durante un asalto mientras se hallaba en el polirrubro “Silvia”, de su propiedad, en las últimas horas de la tarde del pasado 22 de setiembre, en la esquina de 190 y Luro. Un rato antes, un vecino llamó al 911 dando cuenta que en French entre 222 y 224, dos sujetos que se desplazaban en moto habían tiroteado una vivienda.

En el lugar se constituyeron los suboficiales Parrado y Camargo, que se hallaban a bordo del móvil 14.125 recorriendo la cuadrícula 37 de la jurisdicción sexta. Los uniformados procedieron a interceptar a “Tatán” Santucho, al que bajaron de la moto, esposaron, y subieron al patrullero. Al requisarlo le secuestraron una pistola Bersa calibre 22. Minutos después se lo llevaron, procediendo uno de los efectivos a conducir la motocicleta.

El procedimiento fue observado por varios vecinos, que posteriormente se asombraron al ver que el delincuente había sido liberado. Pudo establecerse que Santucho le pagó a los policías 280 pesos para que lo dejaran ir. Uno de los testigos que vio todo fue, precisamente, el que llamó a la policía, y sus dichos resultaron corroborados por una pareja que también presenció el hecho al bajar del colectivo en la parada de Berutti y Ecuador.

TESTIGOS LOS CONDENAN

Todos los testigos identificaron a Parrado y a Camargo como los policías actuantes, y a Santucho como el detenido liberado. Poco después, alertados sobre el asalto a Molina y habiendo tomado conocimiento acerca de las características de uno de los delincuentes (el mismo que habían apresado con anterioridad), no hicieron nada. Es más, hubo llamadas radiales que corroboraron que se mantuvieron ajenos al episodio.

Al dictarles la prisión preventiva, haciendo lugar a la requisitoria del fiscal Moyano, el doctor Errandonea consideró acreditada la responsabilidad de Parrado y Camargo encuadrada su conducta en los delitos de “Incumplimiento de los deberes de funcionario público, peculado y encubrimiento doblemente agravado”.

Al respecto el juez entendió que los imputados omitieron llevar a Santucho detenido y dar parte del procedimiento a sus superiores, como así también obviaron iniciar las actuaciones de rigor. Además se quedaron con el arma secuestrada, y finalmente, puestos en conocimiento de lo ocurrido en el polirrubro de Molina, y enterados que uno de los autores respondía a las características de quien habían detenido momentos antes, no hicieron nada por individualizarlo.

Los sujetos terminaron apresados el 8 de octubre en la propia comisaría donde prestaban servicios, y en las últimas horas la justicia los mandó a la Unidad penal 15. En la causa interviene como Tribunal de apelación la Sala Segunda, a cargo de los jueces Marcelo Augusto Madina, Reinaldo Fortunato y Walter Jorge Dominella.

TARDE SANGRIENTA

El 22 de septiembre, a plena luz del día, Dardo Molina fue atacado a tiros a sangre fría dentro de su kiosco. En la oportunidad dos delincuentes, un menor y un mayor, ingresaron al local con fines de robo encontrándose con la resistencia de la víctima que al advertir la presencia de los desconocidos, tomó un arma con intención de defenderse.

Fue en ese momento cuando uno de los malvivientes -el mayor, identificado como Santucho--, abrió fuego sin ningún tipo de contemplación hiriendo al comerciante en la cabeza. Consumado el violento episodio los sujetos escaparon en una moto Honda Bis por 190 con dirección a San Martín, en tanto que el herido fue asistido por diferentes testigos, entre ellos su esposa Silvia, y su hija Cintia Molina.

Juan Manuel Juárez escuchó los disparos, ingresó al comercio y vio a la víctima tirada en el piso, y llamó a la policía. Molina fue trasladado en estado gravísimo al Hospital Interzonal, donde quedó internado en el sector de cuidados intensivos.

De inmediato todo el barrio se movilizó reclamando justicia, organizando marchas todos los días. Mientras tanto el fiscal Moyano llevaba a cabo una intensa investigación, que permitió, no solo la detención de los dos delincuentes que participaron del caso, sino que además sacó a la luz la complicidad entre policía y delincuencia, produciendo que ese sector de la ciudad estuviese convertido en “zona liberada”.

Cabe mencionar que minutos antes del balear a Molina, los dos sujetos habían asaltado el mercado de enfrente, “San Antonio”, ubicado en la misma esquina de Luro y 190. De ahí que a los dos también se los procesa en otra causa por el delito de “Robo calificado”.

CAEN LOS DELINCUENTES

Días después del hecho, el 3 de octubre, personal de la División Homicidios de la DDI, practicó un allanamiento en una vivienda de French al 9500, donde apresaron al menor, de 16 años, secuestrándose durante el procedimiento una moto Honda 125 roja (que habría sido utilizada durante el asalto a Molina) y una pìstola de grueso calibre. Paralelamente, otra comisión policial allanó una casilla en la Villa Los Pinares, en Río Negro al 8700, incautando una moto Gilera roja y negra.

El joven, que fue reconocido por los testigos, quedó a disposición del fiscal de Menores Walter Martínez Soto, ante quien, asesorado por el defensor público Juan Ignacio Fuscaldo, se negó a declarar. Diez días después, el 13 de octubre, la jueza María Fernanda Di Clemente le dictó la prisión preventiva disponiendo su alojamiento en el Centro de Contención de la cárcel de Batán.

Por su parte el mayor de los delincuentes, sindicado como el autor del disparo que hirió a Molina, permanece detenido bajo prisión preventiva (se la dictó el juez Errandonea), acusado de “Tentativa de homicidio, encubrimiento y tenencia ilegal de arma de guerra”. El sujeto está identificado como Juan Sebastián Santucho, de 24 años, conocido en el ambiente como “Tatán”.
El individuo fue aprehendido el 6 de octubre en su domicilio de Pigüe y Moreno, secuestrándose en su poder una pistola 9 milímetros, una moto Zanella 125 robada al 21 de septiembre a Luis Mauro Franco, y un celular sustraído a María de los Ángeles Ibarra el 20 de septiembre. Lo asistió durante la indagatoria el defensor oficial Walter Claudio De Miguel, y se negó a declarar.

Actualmente Santucho permanece detenido en la Unidad Penal 15, estando basada la prueba recogida en su contra por la declaración de varios testigos que pudieron reconocerlo, y por la declaración de un testigo con reserva de identidad que lo señaló a él, y al menor, como los autores del asalto al kiosco de Molina.

Autor: Luis Maria Muñoz
Fuente: Diario El Atlántico

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