Alarma por el crecimiento de la presión impositiva
Ya llega al 31% del PBI, y tiende a incrementarse ante los aumentos impositivos en la Provincia y la suba de tasas en varios municipios.
En un contexto de crisis económica, el Gobierno nacional, la provincia y los municipios recurren al mismo mecanismo para aliviar sus alicaídas arcas: aumentar la presión impositiva.
Pero la movida no apunta, precisamente, a afectar a los sectores de mayor poder adquisitivo que tienen inexplicables privilegios, como el caso de las empresas ligadas con los juegos de azar que tributan mucho menos de lo que deberían, teniendo en cuenta sus fabulosas ganancias. El sector financiero, los banqueros, también tiene coronita en el Gobierno de Cristina Kirchner.
“En la Argentina, la recaudación se genera a través de una gran cantidad de impuestos, administrados de manera superpuesta por los tres niveles de gobierno, donde la mayoría se aplica a los mismos contribuyentes por los mismos hechos imponibles”, afirma un informe del Instituto de Desarrollo Social (Idesa). Y agrega: “Como agravante, se apela a impuestos poco usados o directamente no utilizados en los países más desarrollados, debido a sus impactos distorsivos. En esta categoría entran los impuestos al trabajo, al cheque, a la ganancia mínima presunta, a los combustibles, los impuestos internos, los aranceles a la importación de insumos, los derechos de exportación y los impuestos a los ingresos brutos y las tasas municipales”.
Según Idesa, los impuestos más neutrales (como el impuesto a las ganancias) ejercen presión sobre el 13% del Producto, es decir, generan sólo el 40% de la recaudación total. Pero el resto de los impuestos generan una presión de 18% del PBI, siendo “los más importantes por sus impactos distorsivos los impuestos al trabajo (5,1%), las retenciones (3,5%), al cheque (1,9%) y el impuesto a los ingresos brutos (3,2%)”.
“Los datos confirman que se ha alcanzado un nivel de presión tributaria muy alto basado en impuestos altamente distorsivos”, dice la investigación.
Un dato alarmante, según los especialistas, es que la distorsión del sistema tributario se potencia porque las provincias y los municipios reciben muy poco del aumento en la presión impositiva, pero enfrentan gran parte de las demandas de la población al ser los responsables de la mayoría de los servicios sociales más sensibles y estratégicos, como educación, salud, asistencia social y seguridad.
“Más aun, en muchos casos las provincias y los municipios son forzados a aumentar sus gastos como consecuencia de decisiones tomadas en el nivel nacional. El ejemplo más ilustrativo son los aumentos de salarios docentes que se deciden en una paritaria nacional, cuando los maestros son empleados públicos provinciales”, dice el informe.
Para Idesa, el fuerte aumento de impuestos dispuesto en la provincia de Buenos Aires no constituye un hecho aislado, sino “una consecuencia previsible de las reglas fiscales prevalecientes”. “Es de esperar que, salvo con diferencias de matices, el resto de las provincias adopten estrategias parecidas. Esto implica seguir multiplicando las distorsiones y cercenando a los sectores de la producción, y con ello restringiendo las posibilidades de iniciar un proceso sostenido de desarrollo social”, concluye el informe.
Buenos Aires, en el tope del ranking
Las reformas impositivas implementadas en varios distritos le aportarán a las provincias este año una recaudación extra de 0,6 puntos del PBI a lo recaudado en 2007, el equivalente a unos US$ 2.000 millones.
El cálculo, de la consultora Economía & Regiones (E&R) que dirige Rogelio Frigerio, marca que en 2007 las provincias recaudaron por el equivalente al 4,2% del PBI, en 2008 el 4,4% y, este año, subirán al 4,8%, con un sesgo regresivo: el grueso de los ingresos provinciales gravan el consumo y la actividad productiva y es insignificante la imposición sobre la propiedad. Además, en muchos casos, los tributos provinciales se superponen con los nacionales, apuntando a capturar la misma renta o capacidad contributiva.
El estudio de E&R ubica a la provincia de Buenos Aires al tope del ranking de presión tributaria provincial: 6,03% de su Producto Geográfico, porcentaje que volverá a subir en 2010 tras la sanción de la reciente reforma impositiva.
Fuente: DIARIO HOY
No hay comentarios:
Publicar un comentario