Iniciativa del gobierno provincial
Nuevos bonos ponen en riesgo la provisión de insumos
Los proveedores del Estado aseguran que necesitan cobrar efectivo para poder seguir trabajando. Las autoridades no los reciben. La incertidumbre entre los empresarios es cada vez mayor. La decisión de la gestión Scioli de emitir una nueva serie de bonos por 600 millones de pesos para pagarles a los proveedores (ya había lanzado otra por $ 850 millones) pone en riesgo la provisión de insumos indispensables para la vida de los bonaerenses, como así también la concreción de obras de suma importancia.
El gobierno está decidido a avanzar en una nueva emisión. Sin embargo, desde la Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado (Femape) esperan que antes de que se concrete esta medida, el gobernador los reciba “para que escuche cuál es la situación de los proveedores”. Los bonos resultan inconvenientes para los empresarios y la incertidumbre crece ante la falta de precisiones sobre cómo será la aplicación.
El titular de Femape, Daniel Amato, explicó que si esta situación no se resuelve, se pueden afectar “todas las áreas de la administración”. Y advirtió que dejar sin insumos a los centros de salud podría generar una situación caótica para gran parte de la población. A su vez, señaló que el objetivo es dialogar con las autoridades “para no poner en riesgo a las empresas” y, fundamentalmente, para preservar las fuentes de trabajo.
El dirigente anunció que están intentando concertar una entrevista con Scioli para poder clarificar la situación, aunque aclaró que todavía no tienen nada confirmado. No son los únicos. Héctor Acevedo, presidente de la Asociación de Prestadores de Servicios a Comedores Escolares, señaló a este medio que las autoridades provinciales no los reciben. “No sabemos si entramos o no en estos bonos. Si nos llegan a dar uno a 15 meses, nos tenemos que ir a nuestra casa. Nadie los puede aguantar”, dijo Acevedo, que señaló que en el transcurso de esta semana el sector terminaría de cobrar, recién, el mes de octubre de 2009.
Un panorama similar pintó Jorge Del Río, titular de la Asociación de Pequeños y Medianos Constructores (Apymeco). “A nosotros no nos sirven los bonos. Más allá del interés que nos puede generar, no somos empresas financieras, somos empresas constructoras. Lo que recibimos lo utilizamos para comprar materiales”, señaló. Así, firmas dedicadas a las labores de construcción y arreglo de calles y bacheos podrían alejarse de las licitaciones estatales.
Un aliado de Scioli
Ante la negativa de la mayoría de los proveedores a aceptar un nuevo pago con bonos, el gobierno bonaerense salió a buscar “un aliado”. Así, a través de un comunicado oficial, el ministerio de Economía difundió ayer una reunión que mantuvo con las autoridades de la Unión Argentina de Proveedores del Estado (UAPE). Alejandro Arlía calificó la primera emisión del bono como “muy positiva” debido al “alto nivel de demanda” que tuvo y apostó al éxito “de este nuevo título” para terminar con las deudas que posee la Provincia con los proveedores.
En tanto, el presidente de UAPE, Jorge Benedetti, remarcó que “la solución del bono propuesta por Economía ha tenido alta aceptación entre los proveedores porque es un mecanismo apto para cancelación de deudas 2009”.
“Si los socios de UAPE aceptan eso, los felicito por la decisión que toman. Pero si yo llego a aceptarlo, los míos me cuelgan de una plaza”, graficó Amato, enterado de esta reunión entre la asociación y Economía.
Temor por la especulación
El gobierno bonaerense buscó facilitar la aceptación de los bonos para los proveedores con un anuncio rimbombante: los bonos podrán ser utilizados para la cancelación de deudas impositivas con la Provincia (Arba e Ingresos Brutos). “A nosotros no nos beneficia en nada”, respondió, categórico, Daniel Amato, titular de Femape. El dirigente explicó que para poder ser proveedor del Estado, cualquier empresa “tiene que estar al día con los impuestos”.
En ese sentido, Amato señaló que este anuncio de la Provincia le “dará mayor calidad al bono”, pero no traerá ningún beneficio concreto para el proveedor. Por lo contrario, entendió, podría ser utilizado para la especulación financiera. “Va a aparecer gente que ofrezca comprarlos para cancelar su propia deuda, pero por un valor mucho más bajo”, explicó el titular del Femape, que agregó: “Se presta a una especulación perversa”.
Por otro lado, Amato informó que actualmente la mayoría de las ofertas que realizan los proveedores se ubican un 30% por encima del presupuesto oficial, debido a la creciente inflación que castiga los bolsillos de todos los argentinos. “Hay oferentes que están subiendo mucho los precios en determinados rubros. Si se sube demasiado, la Contaduría después puede rechazar las ofertas”, añadió.
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